La Provincia presentó el Plan de Reducción de Impuestos 2026

El proyecto ingresó a la Legislatura y propone una reducción de $900 mil millones en tributos provinciales, con recortes en Ingresos Brutos, Inmobiliario Urbano y Rural, y nuevos beneficios para sectores productivos.

Gobierno de Córdoba

Gobierno de Córdoba.

El Gobierno de Córdoba anunció un Plan de Reducción de Impuestos para 2026, que prevé una baja tributaria estimada en $900.000 millones, según lo expuesto por el ministro de Economía y Gestión Pública, Guillermo Acosta, durante la presentación del Presupuesto Provincial en la Legislatura.

La normativa, que requiere doble lectura para su aprobación, contempla reducciones y exenciones en los principales tributos provinciales: Ingresos Brutos, Inmobiliario Urbano e Inmobiliario Rural, con especial foco en pequeños contribuyentes, sectores productivos, inversores y actividades clave como educación, salud, industria y agricultura.

Ingresos Brutos: baja de alícuotas y beneficios para inversiones

Uno de los ejes centrales del plan se concentra en el Impuesto a los Ingresos Brutos. La propuesta contempla una reducción de la alícuota para pequeños comercios, que pasaría del 3,5% al 2,5%. Según datos oficiales, este segmento representa más de la mitad del comercio cordobés.

El esquema también incorpora alícuota cero para empresas que facturen menos de $3.200 millones y realicen inversiones por al menos el 1,2% de sus ingresos, dentro de la nueva Ley de Promoción Industrial. Además, plantea exenciones de hasta 100% a quienes invierten en el Noroeste y Sur-Sur como parte de la Ley de Igualdad Territorial. La Provincia destina a este programa hasta el 5% de la recaudación total del impuesto, con una asignación de hasta $154.000 millones.

Según explicaron desde la Provincia, incorpora la continuidad del esquema de Alícuota 0 para inversiones en educación y lanzamiento del Programa Alícuota 0 para el sistema de salud.

Además, plantea exenciones para actividades agrícolas, industria promovida, créditos hipotecarios y rubros vinculados a la economía del conocimiento.

De acuerdo con los cálculos del Ejecutivo, estas medidas implicarían que la Provincia deje de recaudar alrededor de $450.000 millones.

Inmobiliario Urbano: sin aumentos reales y más exenciones

En cuanto al Impuesto Inmobiliario Urbano, el Gobierno afirma que no habrá aumentos por encima de la inflación proyectada. La actualización general máxima será del 29%, aunque una parte importante de los contribuyentes tendría reducciones nominales o quedaría con montos congelados:

También se confirmaron exenciones totales para unas 175.000 personas e instituciones. Se mantienen beneficios: 30% por contribuyente cumplidor y 10% por pago de contado. Entre los argumentos oficiales, se menciona que el impacto fiscal de estos cambios representaría $200.000 millones menos de ingresos provinciales «que permanecerán en manos de familias y comercios».

Inmobiliario Rural: acuerdo con entidades y beneficios focalizados

El Impuesto Inmobiliario Rural se actualizará mediante un índice acordado con las entidades agropecuarias. Entre los beneficios incluidos figuran descuentos para contribuyentes cumplidores, estímulos para productores que trabajan sus propios campos y bonificaciones vinculadas a Buenas Prácticas Agropecuarias.

La reducción prevista para este tributo rondaría los $250.000 millones, según cálculos oficiales.

Un debate abierto sobre el impacto económico

Si bien el Gobierno plantea que el plan busca “dinamizar la economía, incentivar inversiones y aliviar la presión fiscal”, el verdadero alcance de estas medidas dependerá de su aprobación en la Legislatura y de cómo evolucione la actividad económica en 2026.

Analistas del sector advierten que una baja significativa en la recaudación puede comprometer la disponibilidad de recursos para políticas públicas, aunque también reconocen que un alivio impositivo podría estimular consumo y producción en un contexto recesivo.

Por lo pronto, el proyecto abre un debate en torno a la estructura tributaria provincial y a cuál es el equilibrio posible entre recaudación estatal y alivio fiscal para ciudadanos y empresas.

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