El gobernador electo, Martín Llaryora, se encuentra abocado de lleno a la conformación de su gabinete provincial y a terminar de definir su organigrama de gestión con vistas a lo que será su asunción el 10 de diciembre del presente año. En ese marco, trascendió en la víspera que algunos de los actuales ministros de la administración de Juan Schiaretti serían ratificados en sus cargos.
Hasta el momento, el único funcionario que ya tiene su lugar asegurado es Sergio Busso, quien seguirá al frente de la cartera de Agricultura y Ganadería. En tanto, los que muy probablemente tendrán continuidad serán Julián López (como ministro de Gobierno); Fabián López (Servicios Públicos); y Paulo Cassinerio (Desarrollo Social), por lo que dejaría su actual función como titular del Ministerio de Vinculación Comunitaria, Protocolo y Comunicación.
Por su parte, se conoció que el ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano, continuaría en el cargo. Se trata de un funcionario de buen diálogo con Llaryora, que conoce la gestión (lleva 8 años) y, sobre todo, que maneja al dedillo la sensible cuestión previsional. El financiamiento de la Caja de Jubilaciones, que en parte debe afrontar el gobierno nacional, es un tema urticante. Schiaretti le inició un juicio a la Nación por 120.000 millones de pesos por una deuda de la Anses con la Caja. Giordano es el hombre que maneja esos números y Llaryora le confiaría seguir en su puesto, reveló ayer el diario La Voz del Interior.
A su turno, el vicegobernador Manuel Calvo –legislador provincial electo– iría al gabinete para ocupar una función similar a la que hoy tiene la ministra de Coordinación, Silvina Rivero, que pasará al Tribunal de Cuentas como única miembro del oficialismo. El ministerio que ocuparía Calvo modificaría su nombre y se denominaría de Administración.
Además, la ministra de Hábitat y Economía Familiar de Córdoba, Laura Jure, continuaría en un rol parecido en el nuevo gobierno.
Del municipio al Panal
El próximo mandatario cordobés también tiene previsto llevar a algunos funcionarios municipales de su confianza a la Provincia. Es un hecho que el secretario de Educación municipal, Horacio Ferreyra, reemplazará a Walter Grahovac en el Centro Cívico.
Otra que tendría un lugar asegurado en el equipo provincial es Victoria Flores, titular del Coys municipal. Se haría cargo de Ambiente, que pasaría a rango de ministerio por la importancia que Llaryora le brinda a la cuestión ambiental.
En tanto, Guillermo Acosta, secretario de Finanzas municipal, tendría un lugar asegurado en el gabinete provincial. Podría ser Obras Públicas o Producción, o una cartera que combine ambas áreas. Marcelo Rodio, secretario de Transporte municipal, también pasaría a la gestión provincial, en un cargo por resolver.
Otro llaryorista que ocuparía un cargo relevante es Juan Manuel Cid, quien no ingresó al Tribunal de Cuentas, que quedó en manos del juecismo. Cid es un hombre de buena relación con el Poder Judicial. Sin embargo, para el Ministerio de Justicia suena Ignacio Segura, titular del Colegio de Abogados.
Sobre los extrapartidarios, Gabriel Frizza, ex macrista, podría ocupar el nuevo Ministerio de Cooperativas. Mientras que Juan Pablo Quinteros también está en el radar de Llaryora para un lugar en la Provincia. Además, se lo menciona en la gestión de Daniel Passerini en la Capital. Llaryora se guarda algunas sorpresas. Abriría su gabinete a más dirigentes extrapartidarios para abonar su pregonado “partido cordobés”.
También se darán modificaciones profundas en salud pública, aunque por el momento no se difundieron detalles de cómo será el entramado de ese vital sector del Gobierno. Ariel Aleksandroff, el actual secretario de Salud municipal, sería el encargado de la mencionada cartera.
A su vez, la de seguridad es un área sensible para el próximo gobernador. Llaryora analiza si será un ministerio o una secretaría que dependa del Ministerio de Justicia, por ejemplo. De acuerdo a esa decisión, el futuro mandatario buscará el perfil del responsable de dicha área.
Finalmente, el hoy secretario de Gobierno de la Municipalidad, Miguel Siciliano, será uno de los que no se mude al Panal. Se dan dos razones fundamentales: se le reconoce la muñeca política y por eso conducirá el bloque de legisladores de Hacemos Unidos por Córdoba, tarea a la que el gobernador electo le da una importancia especial.