Científicos Argentinos diseñaron una vacuna de segunda generación

El objetivo es que pueda ser administrada en una única dosis, con un efecto más duradero y un amplio espectro de protección

Científicos Argentinos diseñaron una vacuna de segunda generación

Investigadores de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y del Conicet diseñaron una vacuna de segunda generación (aquellas que aparecen en una segunda etapa y son más sofisticadas) contra el coronavirus que ya indujo una respuesta inmune muy potente en laboratorio y ahora, a partir de un acuerdo con la compañía biotecnológica Vaxinz, buscan escalar la producción y desarrollar ensayos clínicos.

«El concepto de segunda generación se usa en medicamentos, entre los que están las vacunas, que aparecen en una segunda etapa y evolucionan hacia productos más elaborados y sofisticados», explicó hoy Osvaldo Podhajcer, coordinador del proyecto, jefe del Laboratorio de Terapia Molecular y Celular (LTMC) de la FIL e investigador superior del Conicet.

Podhajcer sostuvo que la vacuna en desarrollo «tiene como objetivo que pueda ser administrada en una única dosis, que tenga un efecto más duradero y que pueda tener un amplio espectro de protección ante la aparición de nuevas variantes».

Hasta el momento, la vacuna ha sido probada en laboratorio con buenos resultados: «En los estudios preclínicos la vacuna generó una respuesta inmune potente contra el virus SARS-CoV-2 en el 100% de los animales vacunados y se mantuvo durante al menos 5 meses sin decaer», describió Podhajcer.

«Nuestra vacuna parte de un adenovirus humano que causa un resfrío común, el adenovirus 5 (similar al de la segunda dosis de Sputnik V), al cual le hemos hecho modificaciones con partes de otros adenovirus humanos, por eso es un híbrido», describió Podhajcer.

El científico indicó que el objetivo de las modificaciones «es lograr una respuesta inmune más potente y protectiva, al mismo tiempo que hacer más eficiente la producción, de manera de poder proveer un número mayor de dosis en menor tiempo».

Recientemente, la Fundación Instituto Leloir, el Conicet y Vaxinz firmaron un acuerdo para «transformar el desarrollo científico en un producto farmacéutico que luego pueda ser producido a escala industrial bajo rigurosos estándares», explicó por su parte Julián Maggini, director médico de la compañía biotecnológica.

En referencia a la fase en la que se encuentra el desarrollo, Maggini indicó que «ya tenemos resultados que muestran que nuestra vacuna experimental es exitosa en desarrollar una respuesta inmune robusta».

«La gran pregunta que debemos resolver hoy es cómo nos protege contra las nuevas variantes que surgen en nuestra región, y este es nuestro trabajo en la actualidad. Una vez alcanzado ese objetivo vamos a entrar en producción con la vacuna optimizada para cubrir las distintas variantes, en el correr de este año, para iniciar las pruebas clínicas a continuación, para las que ya hemos definido el diseño y acordado su ejecución con los sitios en los cuales se desarrollarán», finalizó.

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