Qué hacer si una persona está teniendo un ACV y cómo prevenirlo

Si una persona presenta síntomas, se debe pedir ayuda médica inmediatamente o acercarse al centro de salud más cercano

Qué hacer si una persona está teniendo un ACV y cómo prevenirlo

El Ministerio de Salud brinda indicaciones para identificar y actuar ante una persona que esté atravesando un accidente cerebro vascular (ACV); además, informa las recomendaciones para prevenirlo.

El ACV ocurre cuando la sangre deja de fluir a una parte del cerebro. Pueden distinguirse dos tipos: el ACV isquémico, que se produce cuando existe una obstrucción – coágulo o materia grasa – que impide el paso de sangre y oxígeno a alguna parte del encéfalo; y el ACV hemorrágico, que es la extravasación o rotura de un vaso o arteria cerebral.

Los síntomas que permiten identificar un ACV son: dificultad para caminar o pérdida del equilibrio, falta de coordinación de los movimientos, dolor de cabeza intenso, vértigo, mareos, problemas para hablar y entender, y para ver con uno o ambos ojos; como también debilidad en una parte del cuerpo -cara, brazo o pierna.

Al respecto, Pamela Dorrego, del Servicio de Neurología del Hospital San Roque, explica: “Es fundamental tener en cuenta que cada segundo es vital para ayudar a quien sufre un ACV. Si la persona es tratada a tiempo, se pueden reducir los daños y mejorar la rehabilitación”.

En caso de sospechar que una persona está atravesando un ACV, se recomienda:

En la ciudad de Córdoba, los hospitales San Roque, Córdoba, Tránsito Cáceres y Misericordia son los referentes en la atención y tratamiento de quienes atravesaron un ACV. En tanto, ante una emergencia, también se puede recurrir a cualquiera de los centros distribuidos en toda la provincia.

Consecuencias que puede generar un ACV

Los accidentes cerebro vasculares producen la muerte de neuronas cerebrales, por ello se considera al ACV una enfermedad altamente incapacitante. Según la OMS, representa la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en personas adultas a nivel mundial. Al respecto, la doctora Dorrego detalló: “Entre las consecuencias del ACV, se encuentran limitaciones o secuelas físicas, cognitivas o conductuales”.

En relación a las secuelas, estas pueden ser: pérdida del movimiento muscular, parálisis o falta de sensibilidad en alguna parte del cuerpo -generalmente en la cara o en un brazo-, rigidez, control motriz débil, músculos extremadamente rígidos y dolorosos, dificultad para hablar o tragar, entre otras.

Prevención

Las enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la hipertensión, también el sobrepeso; el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, entre otros, pueden desencadenar un ACV. Por eso, para prevenirlo es fundamental sostener hábitos saludables.

Una alimentación equilibrada que incluya frutas y verduras a diario, y la reducción del consumo de sal, reduce el riesgo de hipertensión o colesterol, que son dos factores de riesgo importantes para los ACV.

Además, es clave realizar actividad física de manera regular, evitar el consumo de tabaco y reducir el de alcohol.

Estos hábitos saludables contribuyen a un estilo de vida con niveles tolerables de estrés, otro factor que influye también en el desencadenamiento de accidentes cerebro vasculares.

Asimismo, es fundamental realizarse controles médicos anuales para descartar cualquier indicador de riesgo.

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