La presidenta de la Asociación de Mujeres Juezas de Argentina (Amja), Aída Tarditti, manifestó ayer su preocupación por la falta de presencia femenina en los espacios de poder de la Justicia de nuestro país. Ocurre que el mapa de género que elabora la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación desde el año 2011, evidencia que esos lugares siguen siendo ocupados mayoritariamente por hombres.
A lo largo de la década, prácticamente no ha variado la proporción. De cada 10 cargos en los tribunales superiores o cortes provinciales y procuraciones o fiscalías generales, solo tres son ocupados por mujeres. De hecho, hay provincias donde no hay presencia femenina en las cabezas del Ministerio Público Fiscal y del Poder Judicial, como ocurre en Corrientes, Chubut y Formosa.
Por esa razón, la Amja reflotó este año una campaña que se hizo tiempo atrás y que pretende volver a poner en discusión la escasa presencia del género en los espacios de decisión y poder. Se titula Más mujeres, más justicia”. En tantos años las cosas no cambian”, aseguró Tarditti en diálogo con la periodista María Ester Romero. Y advirtió: En toda la historia de la Corte Suprema hubo solo tres integrantes mujeres; ni a palos (sic) se llega al 50/50”. La magistrada se interpeló acerca de por qué sucede esto.
Las mujeres rinden, salen bien en los concursos y en las ternas no las incluyen, y si las incluyen después no las proponen. ¿Por qué la Justicia resulta ser un espacio tan difícil para el acceso de las mujeres en los espacios de decisión?”, se preguntó.
En la base, las mujeres son la inmensa mayoría: siete de cada 10. Un varón tiene tres veces más posibilidades de llegar a los puestos más altos”, prosiguió su análisis Tarditti y reflexionó: Escucho mujeres líderes de opinión cuestionar que se pida paridad porque todo debe ser por mérito, pero ese mismo razonamiento no aparece cuando se trata de un varón”.
En la Corte todas las personas propuestas después de la muerte de Carmen Argibay fueron hombres. Actualmente, solo una de sus integrantes es mujer, Elena Highton de Nolasco. Sin embargo, la provincia de Córdoba es un caso excepcional. Desde 1995, en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) hubo tres mujeres. Pasaron gobernadores de distintos signos políticos y se mantiene el mismo número”, recordó Tarditti. De todos modos, aclaró que es una práctica, una tradición de hecho que no está reglada en ninguna norma por lo que, a futuro, si asume un gobernador que no comparte el criterio, esto podría cambiar.