La Marcha Federal Universitaria finalizó esta tarde cerca de las 19 en Buenos Aires con un acto de cierre en Plaza de Mayo, en el que se leyó un crudo diagnóstico sobre la situación económica que sufren las universidades públicas de todo el país como consecuencia de las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei.
En la Ciudad de Buenos Aires se calcula que hubo unas 150.000 personas movilizadas en las calles.
La lectura del documento final estuvo a cargo de Piera Fernandez de Piccoli, secretaria general de la Federación Universitaria Argentina (FUA), organización estudiantil creada hace 106 años. El discurso conjunto fue firmado además por el Frente Sindical de Universidades Nacionales y el Consejo Universitario Nacional (CIN).
“No queremos que nos arrebaten nuestros sueños. Nuestro futuro no les pertenece. Somos orgullosos hijos e hijas de la universidad pública argentina. Somos la universidad pública gratuita e irrestricta en el ingreso de excelencia con libertad y equidad. Somos la universidad pública para el gran pueblo argentino. Por eso lucharemos en una irrenunciable resistencia democrática y pacífica por la educación que queremos y por el país que anhelamos”, dijo Fernández de Piccoli, en un encendido discurso.
“En estos últimos meses, el salario de las trabajadoras y trabajadores ha perdido 50 % respecto de la inflación. Este deterioro salarial se hermana con el del resto de los sectores del mundo del trabajo. Ello lleva a retomar consignas de hace más de 20 años: ¡Ningún trabajador o trabajadora de las universidades nacionales por debajo de la línea de pobreza!”, reclamó la joven dirigente.
“También es indispensable que se mejore de manera urgente la situación de las jubiladas y jubilados que atraviesan otro período de pérdida salarial, y que se restituya inmediatamente el FONID para toda la docencia inicial, primaria, media, terciaria y preuniversitaria”, se indicó.
En la previa, las trece facultades de la UBA comenzaron la concentración en sus respectivas sedes, formando distintas columnas para marchar en conjunto. Ya en el acto principal se congregaron las autoridades de la UBA, rectores de universidades públicas de todo el país, alumnos, representantes del cuerpo docente y no docente.
Los organizadores de la marcha pidieron evitar identificaciones partidarias, por lo que sólo estuvo permitido llevar banderas argentinas y en defensa de la universidad pública.
Las movilizaciones se replicaron en decenas de ciudades de todo el país. Las de Córdoba y Santiao del Estero sobresalieron por su masiva convocatoria.