Profesionales jóvenes: altamente calificados pero con las peores condiciones laborales

El 78% de los sub 40 hizo posgrados o cursos de actualización, pero son el segmento que más sufren contratos débiles, ingresos bajos y desempleo.

Profesionales jóvenes: altamente calificados pero con las peores condiciones laborales

Profesionales Sub40.

En Córdoba, los profesionales menores de 40 años representan cerca del 40% del total de la fuerza laboral calificada. Sin embargo, dan cuenta de una paradoja que interpela a la sociedad. Son la generación con mayor inversión en formación continua, 78% realizó posgrados o cursos de actualización y casi la mitad cuenta con maestrías, doctorados o especializaciones, pero enfrentan las condiciones más frágiles del mercado laboral.

Así se desprende del último relevamiento del Observatorio de la Federación de Profesionales de Córdoba (FEPUC), que agrupa a 33 colegios, consejos y asociaciones y representa alrededor de 150.000 graduados. El estudio fue realizado entre junio y julio de este año, y recogió la voz de más de 3.442 profesionales de toda la provincia. Los resultados se conocen en el marco del Día del Profesional que se conmemora cada 15 de septiembre.

En el segmento sub 40, predominan los contratos encubiertos bajo locaciones de servicios, becas o monotributo, con ingresos notablemente más bajos que en los grupos etarios mayores. La mediana mensual de los jóvenes profesionales ronda los $ 1.200.000, hasta $ 800.000 menos que los profesionales mayores de 61 años. Además, el desempleo en este segmento duplica la media general: 3% frente a 1,5%.

A pesar de esta precariedad, los jóvenes muestran alta movilidad y deseos de proyectarse: 38% está en proceso de planificar su carrera, pero solo un 14% cuenta con un plan definido y en ejecución. El contraste con los mayores de 51 a 60 años, donde 26% tiene un plan consolidado, muestra una brecha en la capacidad de transformar aspiraciones en estrategias de desarrollo.

Ingresos en recuperación, a costa de sobrecarga laboral

Después de varios años de perder contra la inflación, en el último año los profesionales cordobeses lograron recuperar parte de terreno. La explicación de esta recomposición no está en aumentos salariales o políticas favorables, sino en la sobrecarga laboral con pluriempleo y sobreocupación horaria.

El promedio de ingresos para mayo fue de $ 1.956.731, pero la mitad de los profesionales gana menos de $ 1.500.000. El ingreso promedio aunque bajo, muestra una recuperación frente a la inflación. Estudiarlo en tendencia nos permite ver que en el periodo 2023-2024 se perdieron 53 puntos porcentuales (pp) contra la inflación y este año se recuperaron 42 pp.

Pero la mejora actual aún no compensa lo perdido en años anteriores. La clave de esta recuperación no fue una política salarial ni mejores convenios, sino el esfuerzo individual de los profesionales. Para ganar lo mismo -o un poco más- se trabaja mucho más:

El informe advierte que esta recuperación tiene un alto costo humano: más horas, menos descanso y mayores exigencias para sostener ingresos.

Lo que más preocupa: la economía y la política, no la tecnología

Uno de los hallazgos más llamativos del relevamiento es que, contra la percepción generalizada, la inteligencia artificial no es vista como amenaza central.

Esto muestra que, para los profesionales, la principal fuente de vulnerabilidad proviene de factores macroeconómicos y regulatorios, no tecnológicos.

Otros hallazgos relevantes

El Observatorio de Profesionales advierte que la sociedad argentina está sosteniendo una estructura profesional que, lejos de fortalecerse, muestra datos preocupantes. Por un lado, la generación más joven, aquella que debería garantizar el recambio y la innovación, ingresa al mundo laboral en condiciones precarias, con ingresos bajos, contratos débiles y dificultades para proyectar un futuro estable. A pesar de su altísima calificación, enfrentan el riesgo de “monotributización crónica”, con escasa protección social y fuerte vulnerabilidad frente a crisis económicas.

Por otro lado, si bien los ingresos se recomponen después de años de pérdida, el mecanismo es insostenible: trabajar más horas y multiplicar empleos no puede consolidarse como estrategia de largo plazo.

Para la presidenta de FEPUC, Eugenia Peisino, “no se trata solo de cuánto se gana, sino de cómo se gana: hoy los profesionales mejoran ingresos a costa de su tiempo, su descanso y su bienestar, lo cual compromete la calidad de vida y la sustentabilidad del trabajo profesional”.

Y concluye: “Córdoba cuenta con un capital humano altamente calificado y resiliente, pero que requiere políticas públicas y marcos institucionales capaces de garantizar previsibilidad, condiciones de inserción justas y equidad de género. De lo contrario, el riesgo es que la sociedad invierta en formación profesional para que luego ese talento quede condenado a la precarización o el éxodo hacia otros mercados”.

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