Se espera que la temperatura media anual de 2024 sea 1,5°C superior respecto a niveles preindustriales

El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), implementado por el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (ECMWF) en nombre de la Comisión Europea, informó a principios de enero que 2023 fue el año más caluroso a nivel global

Se espera que la temperatura media anual de 2024 sea 1,5°C superior respecto a niveles preindustriales

El calentamiento global, cuyo día mundial de concientización se conmemoró ayer, se convirtió en un motivo de preocupación cada vez mayor, teniendo en cuenta que 2023 fue confirmado como el año más caluroso jamás registrado y se espera que este año la temperatura media anual mundial supere por primera vez el umbral de 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales.

El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), implementado por el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (ECMWF) en nombre de la Comisión Europea, informó a principios de enero que 2023 fue el año más caluroso a nivel global, según diferentes parámetros que comenzaron a medirse en 1850.
Así, la temperatura media del aire en superficie alcanzó los 14,98ºC el año pasado, superando en 0,17ºC la de 2016, que ostentaba hasta ahora el récord de año más cálido.

Tras las condiciones récord del 2023, las predicciones decenales (decadal predictions en inglés) recientemente publicadas por el grupo de Variabilidad y Cambio Climático del Barcelona Supercomputing Center (BSC), revelan que las temperaturas medias anuales en la superficie del planeta en 2024 podrían superar a las del período anterior, y seguirán aumentando en los años siguientes mientras continúen las emisiones de gases de efecto invernadero, según un cable de la agencia española de noticias científicas Sinc.

Sus estimaciones son que la temperatura media anual de la superficie del planeta en 2024 será entre 1,43 y 1,69ºC más alta que en los niveles preindustriales.

Los climatólogos del grupo de Variabilidad y Cambio Climático (Climate Variability and Change, CVC) del departamento de Ciencias de la Tierra del BSC acaban de anunciar su predicción para los próximos diez años, es decir, para el periodo 2024 a 2033.

El sistema de predicción decenal del BSC prevé que la temperatura media anual de la superficie del planeta en 2024 será entre 1,43 y 1,69ºC más alta que en los niveles preindustriales (definidos como la media de la temperatura entre 1850 y 1900), con una estimación central de 1,54ºC.

Esto significa que las temperaturas en 2024 serán probablemente más altas que en 2023 y que existe una alta probabilidad (un 74%) de que la temperatura media anual mundial supere por primera vez el umbral de 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales.

El calentamiento se debe principalmente a las continuas emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera debidas a las actividades humanas, en particular a la quema de combustibles fósiles.

Las condiciones del fenómeno del Niño que se están desarrollando en el Océano Pacífico, y que se espera que alcancen su punto más alto en el invierno de 2023 a 2024, también contribuyen a las condiciones excepcionalmente cálidas de la temperatura media mundial.

En los próximos 10 años, se prevé que las temperaturas de la superficie sigan aumentando en respuesta a las continuas emisiones de gases de efecto invernadero.

El sistema de predicción del BSC predice que, para los dos próximos lustros (2024-2028 y 2029-2033), las temperaturas medias mundiales podrían alcanzar entre 1,49 y 1,79ºC o 1,67 y 1,94ºC por encima de los niveles preindustriales, respectivamente.

El calentamiento global o terrestre es el aumento de temperatura exacerbada sobre toda la superficie de la Tierra que viene produciendo a través de los años y que es consecuencia de distintas actividades humanas que afectan el medio ambiente tales como la deforestación o la sobreexplotación de los suelos. Por esta razón cada 28 de enero se celebra el Día Mundial de la Acción Frente al Calentamiento Terrestre, también llamado Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de dióxido de carbono o CO2.

El CO2 es un gas concentrado en la tierra que resulta esencial para el proceso biológico en la naturaleza y necesario para mantener el equilibrio y el bienestar de la vida. Sin embargo, en las últimas décadas su concentración en la atmósfera aumentó de forma vertiginosa asociado a las actividades propias de la sociedad industrial, provocando grandes desequilibrios en el clima del planeta.

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