Amigazo

El ojo de Horus

Amigazo

Este 2020 fue un año turbulento para la Corte Suprema de Justicia, pero el 2021 amaga con ser más movedizo todavía. Fuertemente cuestionada desde el Gobierno nacional, y sospechada de formar parte del denominado ‘lawfare’, los eternos cortesanos saben que de lograr el Frente de Todos resultados favorables en las elecciones legislativas de octubre, la ola electoral también los alcanzará a ellos. Las últimas manifestaciones de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y refrendadas por el presidente Alberto Fernández, anticipan un enfrentamiento con altos costos que alguien tendrá que pagar.

De mejorar la situación económica en el país, las reformas judiciales serán más fáciles de implementar al calor de una imagen de gestión gubernamental mejor a la actual. Ante este panorama, el presidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz, salió de su zona de confort y ya comenzó a convocar a las autoridades de las cámaras federales de todas las provincias. El cuadro que están pintando se parece al de un general que llama presuroso a sus tropas para una inminente batalla.

Acá en Córdoba, el sorteo determinó que el veterano Ignacio Vélez Funes reemplazará a Liliana Navarro en la presidencia de la Cámara, acompañado por Abel Sánchez Torres en la vicepresidencia. Mientras prepara el traje que se calzará el 1 de enero, Vélez Funes ya hizo algunas declaraciones potentes. Dijo que «en el sistema republicano, el más importante es el Poder Judicial» y que «en Argentina, la última palabra es de la Corte Suprema, guste o no». Podríamos decir que, al menos a título personal, el futuro presidente de la Cámara arrancó con la quinta puesta, y para que en la Corte no tengan ninguna duda. Así las cosas, en Córdoba, «el uno», será un amigazo”.

Salvar las papas

Históricamente, los gremios judiciales fueron los que mejores aumentos salariales lograron, incluso durante el gobierno de Cambiemos, en el que el poder adquisitivo cayó de manera muy significativa. De hecho, los sueldos de los funcionarios de la justicia federal son de los mejores del país. La escala se desprende del casi millón de pesos que perciben hoy los integrantes de la Corte Suprema. En el ámbito de la justicia provincial, los salarios son un poco más exiguos, si bien están «enganchados» con los incrementos nacionales.

Sin embargo, en este complejo 2020, el gremio conducido a nivel nacional por Julio Piumato, sólo consiguió un aumento del 10%. Mientras continúan con paros y asambleas, piden por otros dos incrementos de 10 y 15%, que equipare a una inflación que rondará el 35% durante este año. Dicen que el máximo tribunal del país tiene un «ahorro anticíclico», con el que podría otorgar el aumento sin esperar que el Gobierno nacional le transfiera los recursos. Por supuesto, adjudican al enfrentamiento entre el Ejecutivo y la Corte, la falta de dinero para recomponer los salarios. Vale recordar que el propio presidente Alberto Fernández había dicho que los salarios más bajos iban a ser los primeros en ser mejorados, y en este contexto, los sueldos de los judiciales están entre los más dignos, y además no tributan el impuesto a las ganancias. Como admitía un sindicalista cordobés, es difícil nivelar para arriba cuando el bolsillo está tan seco. De todos modos, los judiciales esperan que, al menos en los próximos días, la Corte confirme otro incremento de 10%, que ayude a salvar las papas».

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