Cayfa 2023: la pionera

El ojo de Horus

Cayfa 2023: la pionera

Cayfa 2023: la pionera

El Tribunal Federal Uno de Córdoba confirmó que el 13 de febrero de 2023 comenzará un juicio muy esperado por una de las estafas más importantes ocurridas en el ámbito de las mutuales que en las últimas décadas se instalaron con mucha fuerza en varias ciudades y pueblos del interior provincial y de la pampa gringa. Se trata de la causa de la mutual Cayfa, del club Filodramático de Alicia, pueblo ubicado en el departamento San Justo, a pocos kilómetros de Las Varillas.

Cayfa, que además tenía sucursales en otras localidades, captaba depósitos de productores agropecuarios, municipios, empresarios y particulares, pagando intereses superiores a los bancos. Aparentemente, el negocio funcionaba con grandes sumas que se negociaban al margen de los controles de la Afip y del Banco Central. De hecho, Cayfa fue la primera mutual de toda la Argentina investigada por presunto lavado de activos.

En la zona, todos recuerdan el 1 de agosto de 2008, cuando Cayfa entró en cesación de pagos al no poder devolver 100.000.000 de pesos, tal como lo había anticipado su presidente Roberto Mossano, quien estuvo seis años prófugo de la justicia, hasta que fue detenido en Entre Ríos en el año 2017. Tras cumplir tres años de prisión preventiva, Mossano pidió una probation, ofreciendo para ello una insólita reparación de 1.000 barbijos para repartir entre geriátricos y clínicas de Córdoba. Por supuesto, el TOF 1 rechazó esta irrisoria propuesta. Lo cierto es que de todos los imputados de la primera etapa de la investigación, 17 fueron sobreseídos y 11 serán juzgados por estafas reiteradas y asociación ilícita. El perjuicio se calcula actualmente en más de 3.500 millones de pesos, quedando alrededor de 400 damnificados de los 5.000 iniciales.

Pasaron ya quince años de aquel sacudón inolvidable para la gente de la región. Estas maniobras de intermediaciones «en negro» y posteriores vaciamientos se repitieron años después en otras entidades. En ese sentido, debemos reconocer que Cayfa abrió un camino, y fue pionera.

Militantes de la búsqueda

Los documentales sobre el universo muestran galaxias explosivas, incubadoras de estrellas, planetas gigantes. Sin embargo, por ahora y al menos por lo que sabemos, sólo en este puntito insignificante llamado Tierra hay seres vivos, capaces de sentir y reproducirse. En el caso de la mayoría de los humanos, también de pensar, proyectar y elaborar; y en lo estrictamente existencial, con la posibilidad de amar, odiar, gritar, como ni Júpiter, ni Saturno ni ningún agujero negro pueden hacerlo.

Pero si afinamos el lápiz, posiblemente podamos coincidir en que no hay atracción más profunda y potente que el amor que une a una madre con su hijo o hija. Esa gestación e interdependencia dura para siempre, más allá de los avatares y las circunstancias, y la palabra «mamá» suele ser la primera que pronunciamos, y muchas veces también la última.

Gladys Escribano busca a su hijo Leonardo desde hace más de siete años. “Leo” viajó al noreste de Brasil y en agosto de 2015, cuando desapareció, estaba en un camping de Jericoacoará. Al no recibir más comunicaciones de él en los grupos de Whatsapp, su padre Lucio y su hermano Alejandro viajaron y descubrieron que la carpa y las pertenencias de Leo habían sido quemadas. De inmediato iniciaron la búsqueda, alquilando un auto y pegando afiches en buena parte de Brasil, pero sin resultados importantes. Sin embargo, sí lograron que el Procurador de Fortaleza abriera una causa judicial, al igual que el fiscal José Mana en el ámbito provincial. Ahora intentan que la Justicia Federal investigue lo ocurrido con el joven como una desaparición forzada.

Mientras pasan los días, Gladys y su familia sacan fuerza de las piedras y siguen buscando, golpeando puertas y renovando las esperanzas, por Leo y por otras cuatro mujeres desaparecidas en Traslasierra en los últimos años. Pero… ¿cómo hacen estas familias para despertar cada día con ganas de seguir adelante frente a tanto desasosiego?, ¿cómo hacen para llorar y al mismo tiempo luchar sin parar? Al igual que las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo, convirtiendo el dolor en fuerza, así viven cada día Gladys Escribano y los suyos, convertidos en «militantes de la búsqueda».

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