Cuando no se quiere, no se puede

El ojo de Horus

Cuando no se quiere, no se puede

En el balance del año judicial, este 2022 marcará la bajada de persiana definitiva para dos crímenes diferentes pero parecidos. María Marta García Belsunce de Carrascosa fue asesinada el 27 de octubre de 2002 en su casa del barrio cerrado Carmel de Pilar, en la provincia de Buenos Aires. Inicialmente se dijo que había fallecido de un accidente doméstico, pero al mes y medio se confirmó que le habían pegado seis tiros en la cabeza. Cuatro años después, el 25 de noviembre de 2006, en el country del Villa Golf de Río Cuarto, Nora Dalmasso de Macarrón fue estrangulada con el cinto de su bata.

Es verdad que en el mundo del derecho dos más dos no siempre es cuatro, pero también es verdad que cuando se cometen errores groseros, ningún superhéroe podrá llegar a la verdad y se instalará una pregunta eterna sin respuesta: ¿Quién o quiénes ganan si casos como estos quedan en la nada? Seguramente, los misteriosos triunfadores deben ser personas muy hábiles, poderosas e impunes.

Sin dudas, y en el ámbito de la criminalística aplicada, la preservación de las pruebas es fundamental para un auspicioso inicio de la investigación. Cuando el lugar del hecho resulta contaminado, más aún si lo es de manera bochornosa, podríamos pensar que estamos plantando un arbolito en un terreno pedregoso, a sabiendas que difícilmente alguna vez pueda dar frutos. En las causas judiciales también «la ciencia debe mandar», de lo contrario, las hipótesis no serán más que castillos de arena, fácilmente destructibles en cuanto suba la marea. Vale la pena recordar entonces que los fiscales Diego Molina Pico y Javier Di Santo, allá y acá, fueron los primeros responsables de los expedientes.

Que en Río Cuarto, al viudo Marcelo Macarrón ni siquiera le hayan logrado pedir una condena, o que en San Isidro hayan absuelto a Nicolás Pachelo, no es otra cosa que el epílogo de historias mal nacidas, repletas de horrores y encubrimiento y de maniobras postergatorias para que el paso del tiempo se lleve la verdad. Dicho de otro modo, así como en la vida, «cuando no se quiere, no se puede».

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