Hace un par de semanas un intento de estafa rompió el molde entre tantos robos y hechos de inseguridad que se cometen en nuestra ciudad. Al ser descubierto un hombre que iba a pagar una compra con billetes falsos, literalmente se comió el dinero. El hecho sucedió en una dietética de bulevar Illia al 100, en Nueva Córdoba, cuando Eduardo David Delgado de 51 años hizo una compra y quiso pagar con un billete de 500 pesos falso. Al ser descubierto, y al llamar el dueño del comercio a la policía, entonces el hombre se comió ese billete y otros más que tenía en un bolsillo. Como dijo el fiscal José Bringas, «se comió la prueba», que en realidad no modificó en nada la imputación y la detención que aún se mantiene, ya que este sujeto tiene antecedentes de hechos similares y por circulación de moneda falsa.
Igual que las ratas que degustan algún que otro papel, según el médico forense David Dib, habitualmente no surgen problemas mayores al ingerir pocos papeles ya que los jugos gástricos se encargan de deshacerlos y, al no digerir el cuerpo humano la celulosa, todo se termina eliminando en las heces. Por supuesto, si la ingesta fuera cuantiosa o frecuente, entonces podrían surgir problemas intestinales, eventualmente, ya que como dijo el facultativo, el sistema digestivo no es un pica papeles de oficina.
Por estos tiempos en los que las fiscalías están abarrotadas de denuncias y causas de hechos graves y muy graves, lo de este sujeto hasta fue considerado con un toque de humor: si Eduardo David Delgado sigue comiendo billetes, no engordará jamás… será delgado para siempre.