Más vale tarde que nunca

El ojo de Horus

Más vale tarde que nunca

Roberto Clavero, ex titular de Cemdo de Villa Dolores comienza a ser juzgado, acusado por abuso sexual contra su hijastra durante mas de 15 años.

Al Martín Fierro le agradeceremos eternamente un montón de célebres párrafos que todavía describen casi a la perfección diferentes aspectos de nuestra realidad nacional. Por ejemplo, a la hora de reflejar ciertas genuflexiones de la Justicia con «gente poderosa», recordamos «Hacete amigo de un juez, no le des de que quejarse… Pues siempre es güeno tener palenque ande ir a rascarse».

En los tribunales de Villa Dolores terminará a mediados de mes el juicio que se le sigue a un ex hombre fuerte de Traslasierra. Roberto Clavero fue un dirigente muy influyente, cercano al ex legislador Oscar González y, además, titular del gremio mercantil, de la cooperativa eléctrica Cemdo y presidente del Justicialismo del departamento San Javier. Sin embargo, podría recibir una condena de varios años de cárcel, por haber abusado con acceso carnal durante casi 20 años de la hija de su ex esposa, Analía Montenegro, también acusada de ser partícipe necesaria, encubridora y cómplice fundamental de Clavero. Según la investigación de la fiscal Eugenia Ferreyra, la víctima, actualmente de 33 años, sufrió estos abusos entre sus 3 y sus casi 22 años.

Algo increíble fue que la primera denuncia por estas atrocidades (finalmente rechazada), había sido presentada en el año 2005 por el padre biológico de la joven. A posteriori, en 2007, fue la propia madre quien firmó la denuncia, que rápidamente fue cajoneada para permanecer aletargada hasta el año 2022 cuando la víctima hizo público su calvario. Fue en ese momento que contó que «Clavero la había violado desde que ella tenía memoria y la había convertido en una esclava sexual». Por lo tanto, la imputación está además agravada por la guarda y por corrupción de menores.

El próximo martes 16 se escucharán los alegatos y posiblemente el veredicto y, pase lo que pase, lo que volvió a quedar en evidencia son los privilegios de personas como Clavero en un Poder Judicial, a veces, desparejo y con distintas varas. No debería sorprender, entonces, que el querellante Romero Marcón también pida investigar las demoras y volteretas de una tortuosa investigación. Por ahora, y ante la inminente resolución, podemos admitir que se llegó a una instancia impensada hace unos pocos años atrás. Como dice el popular refrán: «Más vale tarde que nunca».

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