Revisión

El ojo de Horus

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Cuando la presidencia de Fernando De la Rúa languidecía, las protestas sociales se multiplicaban en todo el país y las «cacerolas» da la clase media se hacían escuchar por el «corralito de Cavallo» -mezcladas con los piqueteros y pobres que pedían comida-, el 20 de diciembre de 2001 dejó el saldo de 39 muertos, víctimas de la represión, fundamentalmente en la Plaza de Mayo y alrededores, pero también del niño David Moreno de sólo 13 años en nuestra ciudad.

Todo sucedió cuando vecinos de Villa 9 de Julio, a pocas cuadras de la Donato Álvarez, comenzaron a concentrarse cerca de un supermercado Minisol, aparentemente con intenciones de saquearlo. Efectivos policiales y de la guardia de infantería concurrieron al lugar y en esas circunstancias tan tensas se produjo un intercambio de piedras y proyectiles, increíblemente algunos de plomo por parte de la fuerza policial. Y fue un perdigón de los que matan el que le impactó en la nuca a David para terminar con su vida en el acto. Cerca de él, otras víctimas resultaron heridas. David estaba allí como espectador, mirando lo que pasaba cuando cayó fulminado por una munición letal.

La investigación que en su momento condujo el fiscal Garzón llegó a la conclusión que el autor de ese disparo había sido el policía Hugo Cánovas Badra, quien a la postre y a mediados de 2017 fue condenado a 12 años y 8 meses de prisión por la Cámara Primera del Crimen. Si bien la casación fue rechazada por el Superior Tribunal, desde la defensa siempre insistieron que el imputado no había sido el asesino y que habían investigado mal, o armado una «historia oficial» para que pagara un perejil y los verdaderos responsables queden impunes.

Hace un par de años se hizo una reconstrucción virtual usando tecnología que no estaba disponible en el momento de la instrucción de la causa, y que determinó que a David Moreno le dispararon desde la vereda del frente de donde estaba Cánovas, y que se podrían individualizar a los autores que estaban cerca del supermercado según la trayectoria de los proyectiles. Cada vez que surge prueba nueva, y con posterioridad a una sentencia, se le puede pedir al TSJ que revise la condena. Lo cierto es que Cánovas lleva ya varios años preso y las dudas persisten. Según el defensor Pablo Olmos, la pericia virtual confirma con certeza que a David Moreno no lo mató Cánovas Badra y por eso ahora el Alto Cuerpo Judicial deberá resolver un recurso de revisión.

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