Sin dudas en los últimos años se multiplicaron los contactos por diferentes aplicaciones -en muchos casos de mujeres y hombres solos- para encontrarse y conocerse y, eventualmente, compartir momentos agradables o incluso explorar la posibilidad de iniciar una relación más profunda. No es raro entonces hablar con gente que ha tenido experiencias satisfactorias a partir de esta modalidad, con algunos recaudos y contactos previos para no sufrir sorpresas o frustraciones. Sin embargo, una banda de once cordobeses, en su mayoría menores de 30 años de edad, usaron las aplicaciones Tinder y Happen para elegir a sus víctimas y luego robarles todo lo posible.
Es probable que en el primer semestre de 2024, la Cámara Tercera del Crimen juzgue a Gabriel Agüero, Marcelo Ayala, Camila y Aldana Cabrera, Antonhy Moreno, Marcos Castro, Sol y Mayra Quiñone, Natalia Soto, Nahuel Villarreal y una joven que en el momento de los hechos tenía 17 años, imputados por violación de domicilio, robo calificado, privación ilegítima de la libertad, encubrimiento, tenencia ilegal de arma y asociación ilícita, todos estos delitos agravados por la participación de una menor de edad, y por lo tanto les podrían corresponder duras condenas.
Según la prueba que los involucra en al menos doce hechos, exploraban con perfiles falsos en estas aplicaciones «amorosas» buscando hombres solos y más o menos adinerados, lo cual confirmaban con un mínimo trabajo de inteligencia, sobre la ubicación de las viviendas a ingresar y pertenencias de sus elegidos. Las mujeres se contactaban con ellos, y luego ya en el interior de las viviendas, franqueaban el ingreso a los hombres cómplices que golpeaban y maniataban a los sorprendidos damnificados, o los dormían con clonazepan para que ni se enteraran del saqueo, ya que en algunos casos les cargaban ropa y electrodomésticos en los autos, y se llevaban todo.
Lo que empezaba como juegos sexuales terminaba de la peor manera, ya que los sujetos de esta banda también usaban armas blancas y de fuego. Vale mencionar un caso en el que al hombre engañado lo doparon en el hotel alojamiento Mimus, y así lo subieron al auto, para llevarlo hasta su casa, en la ciudad de Córdoba y desvalijársela mientras él no podía reaccionar por el tranquilizante que, sin saber, había ingerido. En otro caso, también robaron US$ 30.000 y $ 15.000, además de tarjetas, relojes y joyas de mucho valor. En Unquillo por ejemplo, sorprendieron a un hombre luego de algunos placenteros juegos en una pileta y lo terminaron golpeando y encerrándolo en un baño mientras le vaciaban la casa.
Como decía un investigador, hay que reconocer que estos ladrones estaban muy bien organizados y sus víctimas caían como «chorlitos». Los hechos van desde principios del año pasado hasta mayo de 2023, y se registraron en distintos barrios como General Paz, Cofico y Pueyrredón, entre otros. En tribunales, esta causa es conocida como la de los robos con Tinder y Happen.