Sobrevivir en la memoria, en el recuerdo y en la narración

Sobrevivir en la memoria, en el recuerdo y en la narración

Pero no subió a las estrellas, si a la tierra pertenecía”
José Saramago

Hoy, 18 de junio, se cumplen 10 años del deceso penoso del escritor portugués, premio Nobel de literatura.

La Cátedra Libre José Saramago, radicada en la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba, y dirigida por el profesor Miguel Koleff quiso, una vez más, levantar su voz y su palabra a modo de homenaje y agradecimiento, a aquel autor de Memorial del convento”, Ensayo sobre la ceguera”, El viaje del elefante”, entre otras obras.

Una década no pasa en vano, y más cuando se trata de una persona especial como lo fue este escritor, hijo de las tierras del Azinhaga, para el mundo. Don José”, persona de impronta fuerte pero corazón noble, con una mirada triste y lúcida que lo acompañó a lo largo de su vida, pronunció las palabras más hermosas el día 10 de diciembre de 1998, cuando se preparó para recibir la medalla y el diploma del Nobel de la mano del rey de Suecia: «Si mi abuela Josefa me viera en esta figura», dijo José Saramago en el galería del Salón Konserthuset, sin olvidarse siempre de aquellos abuelos maternos que tanto amó; anhelando que estuviesen con él para acompañarlo, como tantas otras personas y personajes imprescindibles de su vida: «A los levantados del suelo. A los que se quedaron atrás en la historia… mis viejos abuelos, a mis padres, todas estas personas. Si hubieran vivido mucho más, contaría con la alegría de ellos y de todas estas personas que inventé, Blimunda, Baltazar, Raimundo Silva, Sr. José, Luíz Vaz de Camões, Ricardo Reis…»

No cabe duda, de que aquel nieto de abuelos campesinos vivió una vida austera. Respetuoso de su propia identidad y con una «coherencia a prueba de bomba», como él solía decir, intentando conducir su vida por una línea recta, al sentirse obligado por razones de precepto político e ideológico, como así también de carácter ético, moral y humanista, fue un escritor dedicado y comprometido con los problemas que acontecen en el mundo.

El tiempo irá pasando, eso está claro, pero en sus obras está reunido todo su legado y perdurará en el tiempo. Su discurso aún está vivo. Cuánta razón tiene Valter Hugo Mãe, cuando afirma que «El mundo va a necesitar a José Saramago durante mucho tiempo. Supongo que siempre». Y a eso, podemos confirmarlo.

Integrante de la Cátedra Libre José Saramago

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