Facundo Campazzo es el alma del equipo. La frase retumba en el rectángulo de juego cada vez que el seleccionado argentino de básquetbol sale a la cancha. Ante Rusia (5 puntos), el cordobés no defraudó. Una planilla de 17 puntos, seis rebotes y seis asistencias así lo certifica. Pero más allá de las estadísticas, el aporte del base de Real Madrid pasa por lo anímico y el “empuje” que le da al equipo en momentos clave, como en el segundo cuarto. Fue 69-61 para los de Sergio Hernández, que terminaron primeros del Grupo B y junto a los euroasiáticos se metieron en segunda ronda.
Allí, Argentina (6), que arrastra los puntos del triunfo de ayer, jugará mañana desde las 9 ante Venezuela (rival directo en la lucha por una de las dos plazas a Tokio 2020) y Polonia, que vienen del Grupo A. Luego de un primer cuarto parejo, en el que ambos se repartieron el dominio del juego, Campazzo hizo lo que quiso en el segundo y comandó al equipo para un 15-0 letal.
Ese tramo fue el que “rompió” el partido, ya que Rusia volvió a emparejar las acciones con un 11-0 que pudo ser fatal. Sin embargo, el cordobés se vistió de superhéroe y, aún fallando algunas acciones sobre el cierre de las posesiones, anotó el doble que decretó la esperanza rusa. “Los tiros no entraron todos, pero creo que la defensa de equipo que sostuvimos durante todo momento fue muy buena. Muchas veces capitalizamos esa dura tarea atrás con buenas ofensivas, en ese sentido fuimos muy inteligentes. Hay que ser autocríticos”, compartió la figura del triunfo que milita en el Real Madrid.