El minuto 27 del segundo tiempo del partido entre Barcelona y Osasuna quedará por siempre grabado para los fanáticos del fútbol por el emotivo y sentido homenaje de Messi a Maradona.
El capitán de Barcelona y el seleccionado argentino de fútbol convirtió el 4-0 de la goleada con un tremendo remate cruzado desde afuera del área que se metió en el ángulo izquierdo, pero lo que quedará por siempre será su festejo.
Luego de saludar a sus compañeros, Messi se alejó un poco de la ronda y sorprendió a todos cuando se sacó la camiseta de Barcelona y mostró que abajo tenía la replica de la 10 que usó Maradona en su etapa como jugador de Newells Old Boys de Rosario en 1993.
El rosarino, confeso hincha de la «lepra», completó su homenaje besándose las manos y evocando al cielo.
El árbitro Antonio Mateu Lahoz empañó la escena perfecta cuando en una actitud fiel al reglamento, pero lejana al sentimiento, le mostró la tarjeta amarilla a Messi.
En suma, fue un homenaje inolvidable del 10 ecuménico desde hace 15 años para el eterno «Diez», fallecido el pasado miércoles a los 60 años tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.
Con apenas seis años, Messi estuvo junto a su padre, Jorge, en el estadio del Parque Independencia de Rosario -actualmente Coloso Marcelo Bielsa- en el debut de Maradona con la camiseta de Newells, en un partido amistoso contra Emelec, de Ecuador.
Hoy, a 27 años de ese histórico suceso, Messi encontró la mejor manera de homenajear al máximo ídolo del fútbol argentino -y mundial- con una replica de la camiseta de la «lepra» como la que utilizó Maradona esa noche.
Víctima de la eterna comparación con el mito, el crack rosarino, de 33 años, demostró con un simple pero contundente gesto que la admiración, el respeto y el cariño entre ellos será eterno.
Desde su participación en el programa televisivo «La Noche del 10», con apenas 18 años, pasando por el Mundial que compartieron en Sudáfrica 2010 como DT y jugador, y hasta con su preocupación por la salud luego de la operación en la cabeza, Messi siempre se mostró respetuoso de la figura de Maradona, quien a su vez -la mayoría de las veces- le regalaba elogios.
En la previa del partido, Messi se había mostrado visiblemente afectado durante el minuto de silencio que realizaron los dos equipos alrededor de la camiseta 10 de Barcelona y luego alzó su cabeza en dirección a la pantalla del Camp Nou donde se proyectaba una imagen de «Pelusa» durante su etapa en el club catalán.
El viernes, antes del entrenamiento, el plantel del neerlandés Ronald Koeman también había hecho un minuto de silencio y allí Messi también estuvo cabizbajo.
En los últimos días había trascendido que Messi tuvo la intención de viajar a Buenos Aires para estar en la velatorio que se llevó a cabo en Casa Rosada pero no le dieron los tiempos para realizar el trayecto.
El tributo de Messi generó una inmediata reacción en las redes sociales.
La cuenta de Barcelona publicó la foto de Messi con la «rojinegra» y escribió: «Va por ti, Diego».
Casi en simultáneo, Newells publico el video del momento con el siguiente mensaje: «De 10 a 10, de leproso a leproso. El mejor del mundo y su homenaje a #D10S, con los colores del corazón».
Y en otro posteo junto a otras dos fotos agregó: «Pongan las palabras ustedes porque yo no puedo».
La cuenta de La Liga sintetizó: «Un gol para la historia». Y también la FIFA remarcó: «Cuando una imagen dice más que mil palabras».