Las protestas y el toque de queda en Colombia complicaron el regreso de Talleres, después de empatar el miércoles ante Tolima por la Copa Sudamericana. Recién ahora el plantel albiazul está por subirse al avión desde Cali rumbo a la Argentina. Ante tanto problema, parece haber una luz al final del túnel.
Estaba previsto que el vuelo de vuelta fuera ayer al mediodía pero no pudo concretarse. El Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón quedó prácticamente sin operar por los serios disturbios en la ciudad. Una reforma tributaria, sumado al mal manejo de la pandemia, desataron las manifestaciones. Así, la T debió permanecer más tiempo en el hotel, a la espera de novedades.
Las horas pasaron y finalmente la situación no se pudo destrabar. La delegación completa pasó la noche aguardando que esta mañana las cosas cambiaran. Y se pudo lograr. Debieron hacerse largas gestiones con la CONMEBOL, AFA, autoridades de los gobiernos de ambos países, el Ministerio de Deportes y el Ministerio de Salud de la Nación.
El avión salió finalmente este mediodía, partió rumbo a Ezeiza y no a Córdoba, como se manejó en un principio. Las normas sanitarias no permiten arribos internacionales directos al aeropuerto de la provincia, por lo que tendrá que haber escala y control en Buenos Aires.