La escalada del valor de la carne en las últimas semanas llevó el precio a un nivel difícil de sostener en las góndolas, al punto que los carniceros esperan que haya llegado a su “techo” para el primer semestre del año. Así lo reveló el titular de la Asociación de Frigoríficos, Daniel Urcía, quien incluso vaticinó que en los próximos días podría producirse un leve descenso en el precio del kilo de carne, que en la última semana superó los 300 pesos.
En efecto, las carnicerías cordobesas se vieron obligadas a aplicar un nuevo aumento de sus productos la semana anterior: el incremento osciló entre el 20 y el 30 %, llevando el costo de varios cortes por encima de los 300 pesos el kilo.
“El aumento de la hacienda es el principal factor, no el único, para este aumento de la carne. Esto coincide con el aumento de los costos industriales: energía, combustible, etcétera. Todo genera un combo que hace que el carnicero reciba la media res más cara y eso debe pasarlo al mostrador. Eso repercute en una caída en las ventas”, analizó Urcía, quien consideró que el valor del producto ya tocó su “techo” y aventuró que en los próximos días podría haber un leve descenso.
“Estamos en un mes de inestabilidad. Estos precios que hemos visto esta semana son el techo de la hacienda. Probablemente veamos que retrocedan un poquito la próxima semana. Eso hará que se encuentre un precio de equilibrio que, si no hay complicaciones macroeconómicas, se van a mantener como mínimo durante el primer semestre”, pronosticó. Ocurre que el alza del precio tiene un impacto directo en las ventas de los comerciantes, que ya vienen golpeadas por un año de caída general del consumo. Incluso, muchos comerciantes decidieron absorber la mitad del incremento de las últimas semanas, que a nivel general fue del 30 % pero en muchas carnicerías llegó sólo al 15.
El presidente de la Asociación de Carnicerías de la Capital Federal, Alberto Williams, alertó también ayer sobre el crítico panorama que vive el sector. “Ya con este precio no puede aumentar más, prácticamente no hay ventas”, coincidió el dirigente. Aunque entendió que “si sigue entrando poca hacienda (al Mercado de Liniers) seguro que va a seguir aumentando la carne”. Williams explicó que “las carnicerías van un poco rezagadas con los aumentos” porque mantienen el “margen (de ganancia) más chico posible para seguir trabajando, porque tienen una familia detrás”.