Tras el anuncio realizado por la empresa Córdoba-Coata de “suspender” algunos recorridos en el sudeste provincial, el secretario de Transporte del gobierno de Córdoba, Gabriel Bermúdez, tildó ayer de imprudente al anuncio y señaló que es el Estado el que tiene la potestad de concretar modificaciones en cuanto a los recorridos y a las frecuencias. El funcionario indicó además que, desde enero y sin interrupción, “hay reuniones con las cámaras de transporte para evaluar la actividad y consensuar eventuales cambios”. “Es la Provincia y no las empresas la que dispone eventuales modificaciones en el servicio, en lo que respecta tanto a recorridos como a frecuencias”, especificó. El domingo, la firma había anunciado en un comunicado que dejaba de prestar servicios en algunos corredores por “falta de rentabilidad”.
En el ámbito urbano, la situación es apenas distinta, ya que los empresarios aguardan el giro de los fondos por parte de la Municipalidad para hacer frente al acuerdo paritario firmado días atrás con los trabajadores de la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Según reveló Gustavo Mira, vicepresidente de la Federación de Empresarios del Transporte Automotor de Pasajeros de Córdoba (Fetap), el próximo lunes deberá hacerse el pago de los salarios de julio con el correspondiente aumento. “Desde Fetap estamos con total tranquilidad para poder brindar el servicio y dar cumplimiento a lo firmado, ya que el municipio, que es nuestro poder concedente, se comprometió con los fondos, nacionales, municipales o provinciales, para poder cumplir”, precisó el empresario en declaraciones radiales. Días atrás, tras intensas negociaciones, que incluyeron varias jornadas con medidas de fuerza, se logró un aumento del 20% sobre el básico remunerativo, y un bono de 16.000 pesos por única vez y en tres cuotas.
Por su parte, el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, negó en la víspera que exista “discriminación” en la distribución de los subsidios para favorecer a Buenos Aires. “Todo lo contrario, hubo discriminación al interior del país con el gobierno kirchnerista. Provincias que estaban en la vereda opuesta y no recibían un peso para las obras”, explicó. “También hubo una discriminación de los subsidios, una cantidad enorme de plata que iba al área metropolitana y no a las provincias”, finalizó Dietrich.