SANTIAGO DE CHILE.- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentó ayer un informe funesto sobre las consecuencias que la pandemia del coronavirus tendrá en la región, al aseverar que Latinoamérica y el Caribe sufrirán la peor recesión en décadas a partir de una caída de su actividad económica récord del 5,3%, que generará millones de nuevos pobres y desempleados.
Al presentar sus nuevas proyecciones de crecimiento para los países de la región, el organismo recalcó que la crisis provocará en el mediano plazo cambios estructurales en la organización productiva, el comercio internacional y el actual modelo de globalización, que deberán obligar a los países a readaptar su inserción en el mundo. Concretamente, según sus proyecciones, las economías de América latina y el Caribe registrarán una contracción de 5,3% en 2020, la peor en toda su historia, sólo comparable con la Gran Depresión de 1930” (-5%) o la de 1914 (-4,9%).
La secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, recalcó que para América del Sur prevén un contracción del PBI del 5,2% debido a que varios países de esta zona se verán muy afectados por la caída de la actividad de China, un importante mercado para sus exportaciones. Se prevé un fuerte aumento del desempleo con efectos negativos en pobreza y desigualdad”, declaró Bárcena, quien recalcó que es urgente acceder a recursos financieros con base en un apoyo flexible de los organismos financieros multilaterales, acompañado de líneas de crédito a bajo costo, alivios del servicio de la deuda y eventuales condonaciones”.
Las proyecciones anticipan un importante deterioro de los indicadores laborales, con una tasa de desempleo que se ubicaría en torno a 11,5%, 3,4 puntos porcentuales más que en 2019 (8,1%), con hasta 37,7 millones de desempleados en la región. A la vez, la tasa de pobreza aumentaría en 4,4 puntos porcentuales durante 2020 en la región al pasar del 30,3% actual al 34,7%, lo que significa un incremento de 29 millones de personas en situación de pobreza; mientras que la pobreza extrema crecería en 2,5 puntos porcentuales pasando de 11% a 13,5%, un incremento de 16 millones de personas.