Es hora de volver a mirar la Bolsa argentina

Es hora de volver a mirar la Bolsa argentina

En Enero de 2018 el Merval medido en dólares llegó al pico histórico de 1.800 puntos, y luego comenzó una caída sin precedentes hasta hoy, que se ubica en torno a los 355 puntos, sufriendo una brutal baja de -80%. Si resumimos brevemente qué fue lo que pasó a nivel macro desde aquel entonces, la economía venía creciendo hasta principios de 2018, momento a partir del cual se cortó el financiamiento externo y el PBI se contrajo 2,5% y 2,1 en 2018 y 2019, respectivamente. Posteriormente, la administración de Macri (que era market friendly”) perdió las elecciones y evidenciamos la segunda peor caída en la historia de las bolsas de valores, que alcanzó una baja de -48%, superando nuevamente el record de la tercera peor caída que tuvo que ver con el default” de 2002, y quedando solo atrás de Sri Lanka. Luego, en Marzo de 2020, el Covid-19 llegó para terminar de destruir el nivel de actividad que ya venía muy castigado.

De hecho, las proyecciones del PBI para este año hablan de un derrumbe entre 8% y 11,5%, dejando al país en una situación muy vulnerable y sin ninguna variable positiva. Se esperan malos resultados en los niveles de inflación, nivel de Actividad, Gasto Público, Financiamiento, Pobreza, Presión Impositiva, Tipo de Cambio (atrasado), etc. Quizás podemos destacar la balanza comercial positiva, pero este aspecto hoy por hoy también está en duda. Sin embargo, debemos saber que el mercado ya tiene incorporado todos estos escenarios tan negativos en los precios.

Si se observa su comportamiento desde una perspectiva de largo plazo, podemos encontrar las siguientes fases de un mercado: 1) acumulación 2) alcista 3) distribución y 4) bajista. En este punto es donde me pregunto si ya hemos pasado la fase bajista (que comenzó en Enero de 2018) para estar ubicándonos en algún punto de acumulación de vuelta. En esta etapa, los inversores más experimentados empiezan a ver que ya nada peor puede suceder y comienzan a acumular posiciones, confiando en que algo bueno llegará. Probablemente lo mismo sucedió desde Junio de 2002 hasta Septiembre del mismo año, cuando luego de un Hard Default y sin Presidente en ejercicio (hasta que se llamó a elecciones) se alcanzó una suba posterior de 392% en un año y dos meses; o desde Noviembre de 2012 hasta que en Agosto de 2013 se cortó el pensamiento de Cristina eterna” y luego la bolsa subió 111%. En el caso actual el catalizador probablemente sería el arreglo de la deuda; un evento que personalmente no pensaba que se iba a lograr, hasta que Alberto se asustó con la reacción del dólar libre ante un posible hard default” las últimas semanas y mandó inmediatamente a Guzmán a negociar de vuelta. Otro punto que me parece muy interesante es que hoy el Merval medido en dólares cotiza en 355 puntos.

En los gobiernos kirchneristas, entre Mayo de 2004 y Noviembre de 2016, el Merval en dólares cotizó entre 400 y 800 puntos, rangos de precios que entiendo que, aún con un gobierno de signo K, estaría comprando activos en los mínimos de precios. Y es aquí donde se puede encontrar un punto de largada para 3 posibles situaciones: 1) Arreglo de la deuda en dólares en la próxima semana o mes; 2) es esperable una suba aunque sea por efecto rebote y porque se termina la cuarentena y la economía empezaría a recuperarse desde los mínimos de hoy (lo esperado sería que la economía crezca el año que viene de 1 a 3 puntos); 3) El año que viene tenemos elecciones legislativas y el oficialismo hoy tiene apenas el 50% en el Congreso. En caso de perder quedaría en minoría y con un rebalanceo de poder, que sería recompensado en las acciones altamente. Sobre este punto es importante recordar que siempre se invierte sin importar lo que pasa hoy, sino qué pasará mañana.

Desde mi punto de vista, Argentina hace 10 años que no crece de manera constante. Tener aproximadamente un país de 44 millones de personas y sostener cerca de 11 millones de planes sociales y 4 millones de empleados públicos hace que, si la soja no esté en 550 dólares la tonelada, sea un país económicamente inviable, imposibilitando la inversión privada y la creación de empleo genuino de largo plazo. Veo muy probable que en los próximos 12 o 16 meses podamos tener un Merval en dólares en niveles de 550 o 600 puntos, lo que daría una rentabilidad esperada de 55% a 70%.

Adicionalmente, es importante aclarar que con el actual contexto no es válido el enfoque de las finanzas tradicionales de valuación de empresas o activos por futuros proyectos y flujos de caja descontados o ratios de ganancias por acción. En este caso simplemente se está comprando la posibilidad de un escenario mejor al actual. Como en finanzas todo se reduce a la relación Riesgo/Beneficio, cuando se habla de rentabilidades tan altas en dólares es necesario aclarar tres riesgos potenciales: Riesgo Externo: La bolsa norteamericana luego de once años de suba continua se vio súbitamente golpeada por el Covid-19 y atravesó una caída del 35%, para luego recuperarse a la mitad. Venezuelización: por el momento no creo lleguemos a tal extremo; un plan que incluya hard default”, Junta de Nacional de Granos y Nacionalización de la Energía, por ejemplo, sería un escenario que implicaría que la Bolsa argentina esté todavía cara en estos niveles y surjan oportunidades para comprar después en 200 o 100 puntos dólares. Otro Cisne Negro: con todo lo negativo que viene ocurriendo, sería difícil tener otra sorpresa negativa, pero sería razonable asignar alguna probabilidad a un evento desconocido.

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