El secretario general del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), seccional Córdoba, Antonio Quintana, advirtió ayer en la Legislatura provincial que se perdieron 3.000 empleos en el sector y que una cantidad aún superior de trabajadores se encuentran suspendidos.
Hoy tenemos 8.000 trabajadores. Hasta noviembre del año pasado teníamos 11.000. De los 8.000 están suspendidos poco más de 3.000”, aseguró el gremialista durante una reunión virtual conjunta de las comisiones de Legislación del Trabajo, Previsión y Seguridad Social, y de Industria y Minería, presididas por los legisladores José Pihen del bloque Hacemos por Córdoba, y María Elisa Caffaratti de la bancada Córdoba Cambia.
Al exponer acerca de la situación del rubro que agrupa a los trabajadores del Smata en el marco de la pandemia del coronavirus, Quintana recordó que los problemas comenzaron dos años antes de que se desatara la epidemia durante el segundo tramo del mandato del ex presidente Mauricio Macri.
Venimos de una crisis bastante grave desde hace dos años antes de la pandemia. Veníamos en caída libre, la pandemia nos agravó la crisis en todos lados. En las plantas terminales acordamos suspensiones con menos horas para poder paliar todo esto y mantener las fuentes de trabajo, así fue en todo el sector de autopartismo”, explicó el titular del Smata. Producto de estas medidas, los trabajadores metalmecánicos de la provincia se mantienen con suspensiones de entre el 65% y el 70% de la capacidad total disminuida a un universo de 8.000 empleados.
En Renault Argentina trabajamos paulatinamente en un turno escalonado, lo que nos permitió que todos los compañeros estuvieran trabajando. Desde el año pasado, Iveco prácticamente cerró sus puertas a partir de noviembre y abrió hace un mes”, graficó Quintana y agregó que del total de trabajadores del sector hay 500 que pertenecen a grupos de riesgo que no están prestando tareas.
Por su parte, la empresa Volkswagen se reactivó a partir de la fabricación de la nueva caja del futuro” que empezó paulatinamente con 500 trabajadores y hoy tenemos 1.500, y nos quedan 250 que van rotando y tienen suspensiones”.
Aunque resaltó la labor realizada en conjunto con el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) y el gobierno de Córdoba para poder reactivar el sector con la aplicación de protocolos y respetando la prohibición de utilizar el transporte público, el sindicalista reclamó que la Provincia compre vehículos hechos en la planta de Santa Isabel.
Me encanta que el Gobernador (por Juan Schiaretti) ponga 100 camionetas a disposición de la Policía pero me encantaría que las 100 estuvieran hechas en Santa Isabel”, planteó Quintana, quien a su vez precisó que en el mercado de las camionetas estaba previsto producir 70.000 y no llegamos a 20.000 el año pasado”. Sobre este punto, resaltó la decisión de la Municipalidad de Córdoba de adquirir 31 camiones y adelantó que están impulsando que todas las camionetas y camiones que circulan sean fabricadas en Córdoba.
Autopartes nacionales
El secretario general del Smata también informó a los legisladores que en todas las empresas automotrices están trabajando fuertemente para que la mayoría de las autopartes sean de producción nacional y puso como ejemplo el ensamblado de la camioneta Nissan que utiliza el 40% de partes nacionales y el 60% importadas.
Si tuviéramos los materiales para fabricarlos acá en Córdoba tendríamos trabajo para todos los gremios, de la UOM, del vidrio, del plástico. Estamos pidiendo desde el Smata que el 70% del autopartismo sea nacional, porque nacionalizar es el motor de la economía en Córdoba”, recalcó. En este sentido, consideró que ante la crisis económica muchísimos productores autopartistas están por retirarse de nuestro país, y esto le va a dar aire a muchísimos proveedores”.
Las concesionarias en problemas
Según los datos brindados por Quintana ante los legisladores, las concesionarias de autos comprendidas en el Smata están trabajando al 40%, lo que representa un 60% de trabajadores suspendidos, razón por la cual vaticinó un panorama desalentador para el rubro. Calculamos que cuando levantemos esto, vamos a llegar a un 50% en todas las concesionarias de la provincia. Una vez terminada la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) vamos a tener un gran problema, debemos mantener esos puestos de trabajo, no es solo el trabajo lo que se pierde, también la obra social y todo lo que tiene alrededor, es muy crítico este tema. Podemos suprimir impuestos, alguna medida para que las concesionarias puedan mantener esas fuentes laborales”, sentenció Quintana.