A pesar de las innumerables medidas implementadas por el gobierno nacional frente a la pandemia de coronavirus para proteger el bolsillo de los argentinos, en el primer semestre del corriente año, la pobreza alcanzó nada menos que al 40,9% de la población. De acuerdo al informe difundido ayer por Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que releva la situación en los hogares de los 31 aglomerados urbanos en los que viven 28,6 millones de habitantes, alrededor de 11,7 millones de personas se vieron imposibilitadas de acceder a la canasta básica total (CBT) durante ese período. No obstante, según las estimaciones, al proyectar esta realidad al total de la población argentina se desprende que más de 18 millones de ciudadanos se encuentran en esa situación.
Esta nueva cifra revelada representa un aumento en la pobreza de 5,5% en comparación interanual y elevó el indicador a su nivel más alto desde 2004, lo que refleja la gravedad de la crisis que atraviesa el país. Por su parte, si se analizan los hogares relevados, el porcentaje de viviendas por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 30,4% (2,8 millones), con un crecimiento de 5% respecto al mismo período de 2019.
Uno de los puntos más preocupantes del estudio se dispara al discriminar según los rangos de edad. En este sentido, informaron que el 56,3%, es decir, más de la mitad de los niños de 0 a 14 años son pobres. Ese rango etario es el más afectado por la situación económica que atraviesa el país. No obstante, los mayores crecimientos con relación al semestre anterior se observaron en los grupos de personas de 15 a 29 años, con un aumento de 7,1%; y en los de 30 a 64, con una suba de 5,7%. El porcentaje total de pobres para ambos grupos llegó al 49,6% y 36,2%, respectivamente. En tanto, en la población de 65 años y más, prácticamente no hubo modificaciones y el 11,4% fue pobre.
Por otra parte, el Indec reveló que el 8,1% de los hogares relevados, en los que vive el 10,5% de la población, se encuentran por debajo de la línea de indigencia (LI). Esto implica que, para el universo de los 31 aglomerados urbanos encuestados, casi tres millones de personas son indigentes. Si se aplica la misma proyección que con la pobreza, a nivel nacional hay cerca de 4,5 millones de ciudadanos que no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas.
En este sentido, el organismo nacional calculó que el ingreso total familiar promedio de los hogares pobres fue de $ 25.759, mientras la CBT promedio del mismo grupo de hogares alcanzó los $ 43.785. De esta forma, la brecha se ubicó en 41,2%, el valor más alto de la serie por cuarto semestre consecutivo.
Si bien las regiones más golpeadas fueron nuevamente las del Noreste y Noroeste argentino, con una pobreza promedio de 42,8% y 40,7%, respectivamente, la región pampeana también se vio fuertemente comprometida con un índice promedio de 39,8%. En lo que respecta al Gran Córdoba, el informe disparó que el 40,7% de la población no contó con los ingresos necesarios para cubrir la canasta total. A su vez, el 8,1% de los cordobeses no pudo siquiera acceder a la canasta alimentaria.
En la misma jornada en que se develó el informe, el presidente Alberto Fernández lamentó la nueva cifra de pobreza y señaló que tiene que ver mucho la pandemia”. No obstante, aseguró que los resultados serían infinitamente más negativos si el Estado no hubiera estado auxiliando como estuvo”.