A pesar de la sequía, esperan una buena campaña 2020/21

A pesar de la sequía, esperan una buena campaña 2020/21

La Bolsa de Cereales de Córdoba proyecta un área de siembra que superará las 7.2 millones de hectáreas en esta campaña 2020/2021, siendo el cultivo de la soja el que más territorio demandará: 4.325.000 hectáreas. Por detrás, se ubica el maíz con una proyección de un poco más de 2.500.000. Los otros cultivos estivales que también entran en el conteo son el maní, con 265.000 hectáreas, seguido por el sorgo y el girasol, cada uno con una estimación de área sembrada de 118.500 y 6.600 hectáreas respectivamente.

Estas proyecciones se dan en un contexto de sequía preocupante, ya que desde abril la provincia viene sufriendo un marcado déficit hídrico, observable principalmente en el hecho de que en la mayor parte de los departamentos los acumulados mensuales han sido inferiores a los promedios históricos. Si bien durante octubre tuvieron lugar importantes aportes pluviométricos, estos no fueron suficientes y el mes anterior presentó precipitaciones deficitarias, ya que en 14 de los 19 departamentos analizados los registros estuvieron por debajo de los valores normales”, indicó la entidad en su informe mensual.

Si se tiene en cuenta el pronóstico climático trismetral emitido por el Servicio Meteorológico Nacional, la situación tenderá a continuar, ya que se estima una probabilidad entre el 50-55% de ocurrencia de precipitación inferior a la normal. No obstante estos datos relacionados a la sequía que atraviesa el territorio provincial, la cosecha próxima se prevé muy buena, y esto en parte gracias a las lluvias de octubre, las cuales contribuyeron a mejorar las condiciones de humedad en el suelo, lo que permitió iniciar las labores de siembra de los cultivos estivales en la fecha óptima. La zona que más beneficida se vio por estas lluvias es el área del sudeste, presentando así las mejores condiciones, mientras que la zona del noroeste y una franja del noreste presentan condiciones de agua muy escasas”, explicó el estudio.

Los cultivos de invierno, afectados por la falta de agua

El déficit hídrico provincial que se fue acrecentado desde abril trajo consecuencias en los cultivos invernales. Principalmente, generó que los ciclos fenológicos de éstos se produzcan bajo condiciones de estrés hídrico. Además, la siembra de los meses más fríos del año sufrió estrés térmico, producto de la alta frecuencia de heladas, en el mes de julio, heladas tardías, como la registrada el 5 de octubre, y eventos de temperaturas máximas como los vividos entre los días 17 y 18 del mes pasado. Todo esto se traduce en condiciones climáticas poco óptimas, especialmente para el trigo.

Según la Bolsa, un 65% de este cereal, a nivel provincial, se encontraba a finales de octubre en periodo crítico, mientras que un 74% que había sido capaz de superar esas condiciones y ese período, se encuentran entre un estado regular y malo. Si bien se respiró un poco de alivio con las lluvias de octubre, las cuales recargaron el perfil de humedad de los suelos, éstas no fueron suficientes y la preocupación en torno a la falta de agua continúa entre los productores agropecuarios de Córdoba”, cerró el informe.

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