El campo y la pandemia

Por Eduardo Ingaramo

El campo y la pandemia

¿El Gobierno retrocedió con la prohibición de exportaciones de maíz y luego el cupo? La respuesta es sí. ¿Fue un éxito el cese de comercialización con piquetes incluidos de la Mesa de Enlace? La respuesta es no. ¿Y entonces, que cambió? En la pandemia también se muestran aparentemente idas y vueltas, mientras se aplican vacunas y se proponen medidas que solo pueden aplicar provincias (y, en menor medida, municipios). Así se plantean en el horizonte las elecciones legislativas.

En el tema del conflicto con el campo, siguiendo la estrategia de Sun Tzu, el Gobierno logró dos triunfos: 1) cambiar el eje de la discusión del tema; y 2) cambiar los interlocutores de la Mesa de Enlace a la Cadena Agroalimentaria, a la que fortalece. Así, aparenta inferioridad y estimula la cólera y arrogancia de sus oponentes, no da pistas sobre el lugar y la fecha de la próxima batalla, es extremadamente sutil y misterioso, incluso hasta la exasperación del silencio absoluto, cansa a sus oponentes hasta no dejarlos respirar, logra someterlos sin luchar y cuando los vence los trata bien para que terminen de su lado.

No importa en cuántas batallas se muestre como ganador o perdedor, solo importa el resultado real de ellas.

¿Cuáles serán las próximas batallas? Pueden ser varias: 1) avanzar con otras cadenas de valor que desacoplen los precios internos de los internacionales; 2) aprovechar la finalización de las concesiones de los puertos y la hidrovía sobre el Paraná (donde ya forma una empresa con las siete provincias involucradas para administrarla) para negociar con exportadores; y 3) poner en marcha la Autoridad de defensa de la competencia. O todas ellas juntas.

En la pandemia, las idas y vueltas parecen tener la misma lógica. Mientras tanto, se revelan divisiones y contradicciones flagrantes en la oposición más radicalizada, que carece de liderazgos provinciales claros para las próximas elecciones, y se avanza como se puede en la vacunación desde las provincias, que tienen constitucionalmente el poder de policía y la capacidad operativa de llevarla adelante.

Ambos son temas clave para el resultado de las próximas elecciones, el futuro del Gobierno y el partido oficialista. Por ello, el frente interno que debe mantener unido es el de los gobernadores, que son quienes decidirán las listas de candidatos de las elecciones que definirán la composición de la Cámara de Diputados, mientras la cumbre estratégica del Gobierno –Alberto, Cristina, Massa y Máximo- se mantiene en silencio. Ninguno de ellos (o sus allegados) firmó el pedido de indulto a presos políticos.

Así, llegará con el frente unido a las elecciones, y con cierto control de los precios internos de los alimentos vinculados a las exportaciones. Posiblemente también con un acuerdo con el FMI, una reactivación económica leve, aumento (también leve) de las jubilaciones, y en plena vacunación.

¿Será en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso cuando el presidente Alberto Fernández haga un detalle claro de esta estrategia que ha seguido? Es probable que mencione: 1) la cuarentena temprana, el fortalecimiento de los sistemas de salud y la vacunación; 2) el acuerdo con los acreedores; 3) los congelamientos de tarifas; 4) la declaración como servicios públicos de la telefonía y telecomunicaciones; 5) el aporte de las grandes fortunas; 6) la reforma del método de ajuste de las jubilaciones y remedios gratuitos; 6) las reformas al sistema judicial; 7) la ley de aborto legal, seguro y gratuito. Además de mencionar lo que no ocurrió”, como el colapso sanitario, la explosión social, la hiperinflación o devaluación masiva, y otras tantas pestes anunciadas y deseadas reiteradamente por la oposición radicalizada y sus medios afines.

Otras batallas serán necesarias, con las entidades financieras orientándolas a la financiación de la producción, la reforma impositiva más simple y más progresiva, del sistema de salud, etc. Pero no debemos esperar revoluciones, sino evoluciones con tácticas y estrategias como las mencionadas, que al mirar hacia atrás permitan ver una evolución positiva.

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