El anuncio del Gobierno nacional de recortar el acceso a medicamentos para los jubilados del Pami tuvo una fuerte ola de repudio por parte de distintos sectores de la sociedad, entre ellos la Iglesia. El arzobispo de Córdoba, monseñor Ángel Rossi, se pronunció en contra de la medida y la calificó como una “eutanasia encubierta”, aludiendo a una expresión del Papa Francisco, y expresó su indignación en declaraciones radiales.
En una entrevista en Radio Mitre Córdoba, Rossi aseguró que la norma «prescinde de la persona» y destacó la precaria situación de los jubilados en Argentina, muchos de los cuales deben recurrir a comprar cantidades mínimas de alimentos para poder subsistir.
A su vez, en diálogo con La Voz, cuestionó: «Cuando una norma prescinde de la persona, en este caso nuestros jubilados, nuestros abuelos, jubilados que compran 100 gramos de carne a la semana como para incorporar carne a la dieta, y gente que compra medio pimiento, en las verdulerías da la sensación de que quién pensó esto no pisa la tierra».
El Pami justificó la medida, explicando que los jubilados con ingresos superiores a los $398.000 mensuales ya no recibirán medicamentos gratuitos al 100%. El organismo detalló que aquellos que no puedan afrontar los costos podrán acceder a un subsidio social, aunque deberán cumplir con varios requisitos, como tener ingresos inferiores a 1,5 veces la jubilación mínima o convivir con una persona con discapacidad. Además, los jubilados deberán iniciar un trámite que podría tardar hasta 30 días y no se aplicarán descuentos en medicamentos de venta libre.
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