Echaron al empleado de un call center por llamarse a sí mismo más de 150 veces para no atender a los clientes

La Justicia concluyó que el despido era justificado, pues estaba en línea con las faltas cometidas

Echaron al empleado de un call center por llamarse a sí mismo más de 150 veces para no atender a los clientes

Un empleado de un centro de llamadas español aprovechó que ejercía sus funciones desde su casa para idear un plan que le permita no trabajar, pero sí continuar recibiendo su salario. En el expediente judicial consta que el individuo, de quien no trascendió su nombre, se llamó a sí mismo más de 150 veces para evitar atender a los clientes.

Su estrategia derivó en que enfrentará un proceso judicial con la empresa de soporte para la que empezó a trabajar cuatro años atrás, el cual terminó con su despido. La compañía, incluso, no lograba contactarse con él, porque la línea que manejaba estaba siempre ocupada.

El dictamen judicial de un tribunal en Canarias, que fue develado por medios internacionales, compila que el empleado actuó con fraude al saltarse los principios de confianza y lealtad. Además, no se trató de una ‘idea’ que llevó a cabo por algunos días o semanas, sino que se habría desarrollado durante varios meses hasta que quedó sin salida y al descubierto.

“Esta actitud no fue un hecho puntual, sino que lleva repitiéndose continuamente mes tras mes, y con distintos intervalos de duración de esas llamadas, por lo que ha manifestado con ello fraude, deslealtad y abuso de confianza en las gestiones encomendadas”, dice la sentencia.

El alegato se centró en que el señalado había excedido los límites y convicciones de la empresa para alterar una “ruleta” a su favor, pues dejó de atender las necesidades de los clientes que pagaban por un servicio. Al respecto, el hombre fue acusado de falsear información en varias oportunidades para hacer parecer que su línea asistía las llamadas que le correspondían.

Su práctica llevó a que los demás compañeros quedaran sobrecargados de trabajo, pues las llamadas desviadas y que debían ser atendidas por el despedido les llegaban a ellos. Las autoridades le dieron la razón a la empresa, luego de que el acusado presentara una demanda que no fue tenida en cuenta el año pasado.

“Nos encontramos ante una conducta engañosa y continuada, no ante un acto aislado, que quiebra la confianza de la empresa, pues incide directamente en el modo en que el actor prestaba los servicios propios (…), sin perjuicio de que también afectaba a otros trabajadores”.

“El demandante pasaba a ser el último de la fila para atender las llamadas entrantes”, quedó registrado en el documento.

La carta de despido llegó a manos del individuo en octubre de 2020, en plena época de coronavirus y cuando varias empresas (no solo en España) tuvieron que acoplarse al teletrabajo para seguir en pie.

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