Fingió su muerte para conocer la reacción de sus seres queridos, pero no le salió como esperaba

Muchos familiares y amigos enfurecieron por su puesta en escena

Fingió su muerte para conocer la reacción de sus seres queridos, pero no le salió como esperaba

Un hombre de 60 años fingió su muerte y organizó su funeral para ver cuántos de sus seres queridos irían a ir al velorio. De esa forma, el sujeto pretendía comprobar quiénes estarían tristes por él.

El protagonista de esta insólita situación es Baltazar Lemos. Este hombre de 60 años, oriundo de la ciudad de Curitiba, en Brasil, decidió realizar una «puesta en escena» para descubrir cuántos y quiénes de sus seres queridos asistirían al velorio. En tanto, luego de ello tenía preparada una gran fiesta de cumpleaños para quienes se quedaran a su «funeral».

Lemos trabaja como ceremonialista, es decir, organiza funerales. Desde hace unos meses comenzó a idear un plan para hacerle una broma a sus seres más queridos. “Llevo cinco meses pensando en eso. Celebro mis 60 años. He hecho 889 ceremonias de despedida en estos últimos dos años, y en algunas ceremonias había dos personas y en otras había 500 personas. Quería saber quien venía al mío”, reveló Lemos.

La «broma» la organizó por su propia cuenta, sin la ayuda de ningún familiar o algún amigo. Sin embargo, su «despedida» generó una gran indignación a quienes fueron para celebrar su fiesta de cumpleaños junto al hombre de 60 años.

Algunos de los familiares se desesperaron por la repentina muerte del hombre e incluso llamaron al hospital, a la funeraria y a varios lugares para poder reclamar el cuerpo del familiar que supuestamente estaba fallecido.

Su familia también se comunicó con la Policía para denunciar su repentina desaparición, pero recibieron como respuesta que debían esperar más de 24 horas para poder hacer efectiva la denuncia. Ni siquiera la propia madre del sujeto estaba al tanto de los planes de su hijo.

Por último, varios familiares, amigos y seres queridos del hombre asistieron al velorio, entre lágrimas y tristeza, hasta que se percataron de que, en realidad, se trataba del festejo de su cumpleaños.

Lemos recibió muchos insultos, otros se indignación por su «broma» y hasta hubo quienes le dieron un cachetazo al sujeto como correctivo. En tanto, una vez comenzada su fiesta de cumpleaños, los que decidieron quedarse pudieron divertirse y festejar a lo grande con él.

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