“El museo no puede salir a las redes para volverse visible”

“El museo no puede salir a las redes para volverse visible”

Las medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio comenzaron a regir el 20 de marzo, pero los espacios públicos como museos, teatros, cines y lugares donde se realizan recitales debieron frenar su actividad una semana antes. La imposibilidad de realizar espectáculos afectó la economía de los artistas y productores de shows, pero también obligó a pensar cómo vincularse con el público a través de la virtualidad, puesto que las nuevas tecnologías permiten la socialización. Así surgieron los recitales on line gratuitos y pagos, los festivales de cine con programaciones de películas ya estrenadas y los recorridos virtuales por los museos más importantes y las exposiciones digitales.

La agencia UNCiencia, dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), publicó ahora un podcast titulado Museos: cómo conectar en la pandemia”, en el que reflexiona sobre la realidad conceptual de estos espacios de arte y cultura. En este envío, la museóloga Celina Hafford expone sobre la posibilidad de tener, en la virtualidad, una experiencia similar a visitar un museo en la vida real.

En el sitio oficial de la agencia, un audio de los organizadores da cuenta de que visitar las salas de un museo es una de las tantas experiencias que debimos adaptar a los formatos virtuales. Más que nunca nuestra sensibilidad ha tenido que acostumbrarse a los encuentros virtuales, las fiestas virtuales, el trabajo virtual, la educación virtual. Todo el afuera pareciera ser virtual”, reflexiona una voz. Inmediatamente, la introducción interpela con una pregunta: Pero ¿qué pasa con los lugares donde la visita es lo central? ¿qué pasa con los museos y sus experiencias?”.

El podcast se divide en tres segmentos, y Hafford aparece en el segundo. La museóloga entiende que transitar los museos a través de los dispositivos digitales es estar seguros”, y que en el futuro tendrán muchas condiciones que cumplir para garantizar el cumplimiento de los protocolos de seguridad e higiene. Sin embargo, sabemos que (el museo) es un lugar de encuentro con otros visitantes con los que compartimos la experiencia. Es un espacio de encuentro y de reconocimiento con otros hombres y mujeres de otras épocas y culturas que en su diversidad amplían el tamaño del mundo”, comienza la especialista. Luego, Hafford problematiza la realidad debido a que el cambio en las modalidades de mostrar el arte dio un giro rotundo hacia otros espacios de manera inmediata.

Diría que hay que evitar el ruido”, sentencia Hafford, y explica que se refiere con esa idea a la sensación de salir a decir cosas por ocupar un lugar y marcar presencia”. El museo no puede salir a las redes y a los medios solo para volverse visible ante el temor de que sus públicos lo olviden. Es imprescindible un momento de recogimiento que permita pensar políticas de comunicación y nuevas formas de aproximación”, agregó la experta.

Hafford destaca al silencio por sobre el ruido como la característica distintiva de un museo, que se convierte en un un espacio que invita a la circulación de sentidos”. Quizá debamos preguntarnos ¿qué queremos transmitir a nuestros públicos en este contexto que ha cambiado el mundo?, ¿qué ejercicios críticos proporcionan los museos para poner en cuestión los conceptos de igualdad e inclusión?”, señala.

Ante la situación que exigió repensar el rol de los espacios museísticos, la intelectual aclara que lo verdaderamente importante de transitar en este espacio del museo es que esas herramientas de interpretación que hemos adquirido como visitantes nos sirvan en el mundo real”. Esa es la esencia del museo y lo que no debe cambiar. Lo que sí se vuelve imprescindible es que los equipos de cada museo encuentren la forma de generar instancias de encuentros en la virtualidad que no estén llenas de ruidos; sino que propicien un habitar nuevo y una nueva forma de ir al encuentro”, culminó Hafford.

Salir de la versión móvil