Una ventana al futuro

Una ventana al futuro

Las proyecciones por streaming permiten acceder al cine de todos los tiempos y todas las latitudes, acaso la única ventaja del contexto actual. Y esa es la idea del foco sobre cine brasileño contemporáneo que propuso el cineclub La Quimera y que hoy llega a su fin. La última función se transmitirá, al igual que las anteriores, hoy a partir de las 20:30 por la página web de la sala www.laquimera.wordpress.com. En esta ocasión, se eligió al destacado director Adirley Queirós y su título Érase una vez Brasilia” (2017).

Además, al finalizar la función, el director entablará un diálogo con el crítico brasileño Víctor Guimaraes. Un encuentro entre notables, de gran generosidad y lucidez”, anunciaron desde la organización. La sinopsis de la cinta reza: En 1959, el agente intergaláctico WA4 fue arrestado por ocupar ilegalmente tierras privadas. Entonces recibe una misión: ir al planeta Tierra y matar al presidente de la República, Juscelino Kubitschek, el día de la inauguración de Brasilia. Pero su nave espacial aterriza en Ceilândia, la ciudad satélite más grande de Brasilia y la capital de su prisión. Sólo Andreia, reina de la posguerra, puede ayudarle a reunir un ejército capaz de matar a los monstruos que habitan el Congreso Nacional”.

La historia de ciencia ficción distópica funciona como una profecía de un futuro devastador comandado por la dirigencia bolsonarista y atravesado por una pandemia arrasante”, opinaron desde la sala en la tradicional editorial que hace para cada una de sus funciones. La realidad superó ampliamente las expectativas de la ficción”, agregó. Es que, siguiendo la trama del filme, el agente llega a la ciudad cercana a la capital del vecino país el mismo año en que el Congreso votaba el impeachment a Dilma Rousseff.

El propio Queirós sostuvo en una entrevista a la prensa brasileña que su cine es una etnografía de la ficción”. En ese sentido, remarcó que imaginaba una ciudad a través de diversos procedimientos, partiendo de lo documental para construir la puesta en escena. Y luego una estética de la improvisación a partir de elementos obsoletos, precarios, desechados, que transmiten la ruina de una promesa moderna que nunca existió”. Con la proyección de Érase una vez Brasilia” y el conversatorio del director con Guimaraes, La Quimera le pondrá punto final a su programa que pretendió ser una ventana para mirar a Brasil desde otras perspectivas, algunas más periféricas. Un pequeño gesto de apoyo a una cinematografía que ve peligrar su historia y su continuidad”, enfatizaron desde la sala.

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