Con “Los llanos”, Federico Falco ganó la segunda edición del Premio Fundación Medifé-Filba

En la librería Eterna Cadencia, el jurado anunció que el escritor cordobés nacido en 1977 se quedó con el galardón, que entrega 500 mil pesos

Con “Los llanos”, Federico Falco ganó la segunda edición del Premio Fundación Medifé-Filba

El escritor cordobés Federico Falco resultó ganador del segunda edición del Premio de Novela Fundación Medifé-Filba con su libro “Los llanos”.

El anuncio del fallo tuvo lugar ayer en la terraza de la librería y multipespacio Eterna Cadencia, adonde concurrieron los postulantes, los integrantes del jurado y un numeroso elenco de escritores, críticos, periodistas e integrantes del Filba (Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires), que junto a la Fundación Medifé otorga esta distinción que en su segunda edición llevó su dotación de 300.000 a 500.000 pesos.

El jurado, que eligió la novela de Falco entre las 204 postuladas, estuvo formado por Sergio Bizzio, Vera Giaconi y Claudia Piñeiro. Primero, el jurado dio a conocer una lista larga de diez novelas, luego la corta con cinco y finalmente ganó “Los Llanos”. Las cuatro obras que quedaron en las puertas son “Maratonista ciego” de Emilio García Wehbi, “No es un río” de Selva Almada, “Amado Señor” de Pablo Katchadjian y “Confesión” de Martín Kohan. “Hubiéramos querido elegir más de una novela ganadora”, dijo Piñeiro y describió a “Los llanos” como “una novela de belleza ideal” que “describe un mundo al que uno puede ir a sanarse”.

“Yo ahora solo quiero mirar el horizonte, la llanura, fijar los ojos en la distancia, que me inunde el campo, que me llene el cielo, para no pensar, para que lo que sucede en mí deje de existir todo el tiempo”, fragmento de «Los llanos».

Además de considerarla “sutil, hermosa y conmovedora”,  Bizzio señaló que “Los llanos” es “una novela de lo mínimo y de lo inabarcable, de lo que se dice y de lo que se calla, de lo consciente y de lo insondable”, que “consigue algo más que capturarte de entrada: que te detengas, que paladees, que no te apures”.

“En la lista eran novelas increíbles todas”, comenzó diciendo Falco, al agradecer el premio. Luego contó que mucha gente le escribió porque se sentían identificados con la ruptura que narra el libro aunque muchos eran también “duelos laborales, duelos de seres queridos, duelos amorosos”. “Este fue un año que perdimos mucho. Está bueno que esto sea para todos -en referencia al premio- y brindar que estamos acá y que lo pasamos”, agregó.

“La novela intenta explorar ciertas tensiones entre arte y vida, entre las historias que inventamos o imaginamos y lo que nos sucede, entre las historias que leemos y lo que vivimos. El personaje está obsesionado con la forma de los relatos y, al mismo tiempo, está descolocado porque de pronto su vida se desarmó y no siguió el hilo del relato que él había imaginado para sí mismo. Eso lo pone en crisis, no solo con su propia vida, sino también con su escritura. De ahí ese reflexionar sobre el escribir, sobre la forma de las historias, sobre los efectos que los relatos tienen sobre nosotros. Es una novela sobre leer y sobre escribir: la lectura es compañía pero también lugar de encuentro. Lo que leemos y escribimos tiene efecto en nosotros”, dijo el autor un año atrás en una entrevista.

 

Nacido en 1977 en General Cabrera, provincia de Córdoba, Falco es una de las voces más interesantes de la narrativa argentina contemporánea. Su obra se compone de cuatro libros de cuentos “222 patitos”, “00” (ambos en 2004), “La hora de los monos” (2010) y “Un cementerio perfecto” (2016); la novela breve “Cielos de Córdoba” (2011) y el libro de poemas “Made in China” (2008). En 2010 fue seleccionado por la revista Granta como uno de los mejores narradores jóvenes en español. Actualmente reside en Buenos Aires, donde coordina talleres de escritura y codirige el proyecto editorial Cuentos María Susana.

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