En consonancia a lo sucedido en varias cárceles del país, en particular en provincia de Buenos Aires, los presos del penal de Bouwer comenzaron ayer una huelga de hambre para reclamar por la superpoblación carcelaria y las condiciones de hacinamiento, y por las detenciones bajo la modalidad de prisión preventiva. La medida fue tomada por cerca de 300 internos de la esfera federal y de acuerdo a lo indicado por las autoridades, la situación se desarrollaba con normalidad.
Sin embargo, este jueves el Servicio Penitenciario informó que ya son más de 900 los presos que se plegaron a la medida de fuerza. Descartan cualquier posibilidad de motín. De los 900 presos adheridos a la huelga de hambre, 400 son procesados y 500 son condenados.
Hay una protesta generalizada, el problema principal es la superpoblación, actualmente en Bouwer estamos casi entre el triple y cuádruple de los detenidos que debería haber”, indicó Mercedes Crespi, defensora oficial de algunos de los presos federales. Por la mañana (de ayer) recibimos la comunicación de un par de internos que nos confirmaron que habían tomado la medida desde hace una semana en un caso y desde el martes en el otro”, aseveró Crespi, quien señaló que los presos decidieron actuar plegándose a lo dispuesto en otros centros de detención.
Otro de los grandes problemas es el alto porcentaje de detenidos con prisión preventiva”, indicó la letrada, quien sostuvo que el accionar se limitó a los módulos MX1 y MX2 del complejo carcelario. La funcionaria remarcó también que la situación repercute en las ya de por sí complicadas condiciones de alojamiento en el penal. Se han anulado lugares donde había talleres para hacer espacio para los detenidos. Además, la sobrepoblación genera otros problemas como la restricción de las visitas y de los servicios ya que porque la cantidad de médicos, trabajadores sociales y psicólogos es la misma para tres veces más de gente”, explicó Crespi, quien añadió que periódicamente hay reclamos por cosas básicas”. No hay colchones, faltan elementos de higiene y en invierno faltan frazadas”, dijo.
En la provincia de Buenos Aires, tras una huelga que contó con casi 10.000 adhesiones, hubo una convocatoria formal del Gobierno a una mesa de diálogo” integrada por la Justicia y entidades de derechos humanos. Los principales reclamos de los presos son la mejora en las condiciones de detención, por medio del otorgamiento de prisiones domiciliarias, avanzar con la derogación de la denominada Ley Blumberg, que permite condenas de hasta 50 años de prisión por la sumatoria de delitos, y la restauración del 2×1, que computaba doble el tiempo de detención sin sentencia firme.
Actualmente, la población en Bouwer ronda los 5.000 internos.