Procesaron a la Decana de la Facultad de Odontología y al docente acusado de extorsión

Además fueron procesados con prisión preventiva por extorsión Adrián Oscar Casalis y Augusto Massimino 

Procesaron a la Decana de la Facultad de Odontología y al docente acusado de extorsión

Este viernes, el juez federal N°1 Ricardo Bustos Fierro resolvió ordenar el procesamiento con prisión preventiva del docente de la Facultad de Odontología Luis Augusto Olmedo y de sus colaboradores Adrián Oscar Casalis y Augusto Massimino. Los tres están acusados del delito de extorsión continuada por exigirles a los alumnos de dicha institución dinero para aprobarlos. 

En la resolución judicial se especifica que Olmedo «abusó de la función que desempeñaba, persiguiendo la obtención de un beneficio económico ilegítimo» y que junto a Casalis y Massimino acordaron «un aceitado, insidioso, perverso y exitoso sistema extorsivo por el cual los alumnos de su cátedra se veían obligados a pagar para aprobar los exámenes de la materia, exigiéndoles el pago de una suma de dinero y la simulación de un curso, bajo amenaza que, de no hacerlo, en muchos casos serían aplazados indebida y arbitrariamente indeterminada cantidad de veces».

Además, se ordenó el procesamiento sin prisión preventiva de la decana de dicha Facultad, Mirta Mónica Spadiliero de Lutri. A ella se la acusa de ser responsable del delito de omisión de deberes de funcionaria pública continuada. En lo concerniente a la actuación de Spadiliero de Lutri, la resolución sostiene que, sabiendo lo que Olmedo realizaba, «evitó anoticiar los hechos a la autoridad competente u ordenar la investigación interna». 

La Facultad quería mantenerlo en el cargo

Esta decisión llega después de que en el día de ayer se conociera en Tribunales Federales que la conducción de la Facultad de Odontología, a través del Concejo Directivo, propuso mantener en el cargo de titular de la cátedra de Microbiología a Olmedo.

Esta noticia generó gran rechazo en la sede judicial ya que se interpreta esta decisión académica como un «aval explícito» de la institución académica al docente, imputado por algo tan grave como exigir el pago de dinero para pasar los exámenes. 

Tras tomar conocimiento de esta novedad del Consejo, el fiscal que inició la investigación de oficio, Maximiliano Hairabedian, presentó un escrito al juez Ricardo Bustos Fierro para que le prohíba al docente todo tipo de actividad que permita el contacto con los alumnos, ya sea virtual, presencial o personal. 

En su escrito, el fiscal fundamenta este pedido: «Evitar que el imputado entorpezca la investigación volviendo a infundir miedo a los testigos, tanto los que ya declararon y eventualmente tendrían que volver a hacerlo en un hipotético juicio, como aquellos que aún no lo hicieron y aún puedan presentarse; la necesidad de evitar que el delito produzca consecuencias ulteriores y la protección de la integridad síquica de las víctimas».

Además, el instructor solicitó al magistrado que a la decana «se le imponga la obligación de abstenerse de autorizar a Luis Olmedo realizar actividades docentes que signifiquen contacto con alumnos». Algo muy importante es que Spadilliero de Lutri estaba hasta ayer, momento en que la Facultad decidió seguir adelante con la permanencia de Olmedo en el cargo, imputada en la causa por «incumplimiento de los deberes de funcionario público». Ahora, ya está procesada debido principalmente a todas las pruebas existentes que muestran que había sido notificada de las irregularidades protagonizadas por Olmedo durante años.

Justamente fue la propia decana la que salió en varios medios minimizando la medida y señalando que el proyecto de resolución responde a «una cuestión meramente administrativa respecto de la jubilación del doctor». Olmedo cumplió recientemente 69 años y se estaría facilitando las cosas para que pueda acceder al beneficio previsional antes de que la Justicia avance en eventuales sanciones.

Por esta cuestión de la edad, sumada al contexto sanitario, es también el hecho que la Justicia federal le concedió la prisión domiciliaria a Olmedo en su departamento de bulevard Chacabuco, en Nueva Córdoba.

Resolución con perspectiva de género

En la resolución judicial, también se tuvo en cuenta la perspectiva de género. Según sostiene el juez, «Olmedo infundía temor en sus alumnos, principalmente hacia las mujeres, con quien tenía un trato misógino». 

 

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