El sacerdote Mariano Oberlin, quien desde el año 2010 trabaja en la parroquia “Crucifixión del Señor”, en barrio Müller de nuestra ciudad, con un radio de influencia que se extiende también a barrio Maldonado y zonas aledañas, volvió a reflexionar este martes en torno al legado del papa Francisco tras producirse su fallecimiento a los 88 años.
“Es un momento muy triste. Como cristiano, uno se siente triste pero al mismo tiempo es un momento de esperanza, porque estoy convencidísimo de que Francisco está en el cielo y ha sido recibido con una fiesta enorme. Nos quedamos huérfanos en algún sentido, ¿no?”, afirmó el cura.
Al ser consultado acerca de cómo definiría a Jorge Mario Bergoglio dijo que “me cuesta más definirlo a Bergoglio que a Francisco, porque a Bergoglio no lo conocí mucho, más que por comentarios”.
Y en torno a Francisco, hizo un extenso repaso en declaraciones al programa Punto y Aparte de Punto a Punto Radio (90.7): “Muchas veces se marca la diferencia entre lo que era Bergoglio como obispo y lo que fue después como Papa. En la última labor para mí ha sido un gran gestor, en el sentido más amplio de la palabra, o sea, gestor político si se quiere y gestor social. Fue alguien que realmente nos ayudó a pensarnos como Iglesia, desde los parámetros del Evangelio. Yo he sido muy crítico, muchas veces, de ciertas ceremonias opulentas en la Iglesia, y que él haya salido con los zapatos viejos al balcón cuando fue elegido papa, en vez de los rojos que mandaba la tradición… bueno, eso fue una señal clara de que iría por otro lado. Y decía “recen por mí”. Parece una estupidez, parece una frase hecha pero era el Papa el que la expresaba. El pontífice, que ha sido considerado como un semi-Dios en la Iglesia, se mostraba frágil ante la comunidad y dijera: “yo también soy frágil, yo también necesito oraciones”. Creo que fue un gesto, revolucionario porque cambió el paradigma. El Papa, el infalible, el que imparte órdenes, es el que también dice que necesita a su pueblo. Me pareció un gesto hermoso y después fue coherente con esos símbolos a lo largo de todo su pontificado”.
Además, cuando se le recordó que su actuación es reconocida por la opción que hizo por los pobres, Oberlin agregó que también “por el lugar que le dio a la mujer también, además de los pobres fundamentalmente, no solamente en su discurso, no solamente en sus declaraciones y denuncias, sino también en la Iglesia, al retar a obispos, porque no ha sido el lugar para los pobres. Me parece que fue revolucionario, realmente. Quizá no lo notamos tanto ahora, con el tiempo capaz que se valore mucho más todo lo que ha hecho”.
En otro tramo de la entrevista, se le consultó si Francisco modernizó la iglesia, a lo que respondió: “Yo creo que sí. Evidentemente la Iglesia como institución, que tiene 2.000 años, que ha pasado por muchas cosas también, tiene ciertas cosas que deben ser necesariamente cambiarse y hay cosas que han podido sostenerse durante 2000 años. Pero después han pasado muchas cosas que estaban como haciéndole daño a la Iglesia, y yo creo que Francisco sí ha liberado a la Iglesia de todo eso negativo dentro de un proceso que empezó con Juan XXIII”.
Luego, se le preguntó a qué Papa se pareció más. “Para mí, de los últimos papas, a Juan XXIII, sin dudas. Si uno los compara hoy a uno con otro, parece que no tienen nada que ver, porque Juan XXIII fue de otra época pero el agiornamiento que hizo a través del Concilio Vaticano II, que hoy puede quedar como obsoleto, en su momento fue profundamente revolucionario y transformó a la Iglesia. Y creo que Francisco ha hecho lo mismo. O sea, en otra época, en otro contexto, con otras cosas que había que aggiornar, pero creo que ha sido con el mismo espíritu, pero siempre habrá gente que dice que es infiel a la tradición. Yo creo que la única tradición a la que la Iglesia no puede negarse es a la del Evangelio. Y tanto Juan XXIII como Francisco nos han invitado a volver a la tradición más radical, más profunda, que es precisamente la del evangelio”, expresó el cura párroco cordobés.
Por último, confirmó que recibió presiones de parte de los sectores más conservadores de la Iglesia para frenar los cambios que proponía: “Que han intentado presionarlo no me cabe ninguna duda. Si él se ha sentido presionado o se ha dejado presionar, ya no lo puedo valorar. Pero lo que ha manifestado hacia afuera es que no se ha dejado ganar”.
Si esta noticia te interesó, podés registrarte a nuestro newsletter gratuito y recibir en tu correo los temas que más te importan. Es fácil y rápido, hacelo aquí: Registrarme.