Assange afronta al menos un año de cárcel en el Reino Unido

Assange afronta al menos un año de cárcel en el Reino Unido

LONDRES. – El creador de la plataforma WikiLeaks, responsable de la mayor filtración de datos secretos del Gobierno de Estados Unidos en toda la historia, Julian Assange, fue finalmente detenido ayer en Londres luego de que el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, le quitara abruptamente su protección diplomática y lo expulsara de la embajada de su país en la capital británica.
Famoso desde que en 2010 difundió cientos de miles de documentos secretos del Ejército, el Departamento de Defensa y la diplomacia norteamericana (que, entre muchas otras cosas, revelaron la existencia de una red de espionaje global), Assange se había convertido en uno de los hombres más buscados del planeta. Pero la protección del ex presidente ecuatoriano Rafael Correa evitó su aprensión: en 2012 le dio asilo diplomático en la embajada de su país en Londres, adonde Assange ingresó disfrazado de repartidor de motocicleta.
El inesperado cambio de signo político del sucesor de Correa en el gobierno ecuatoriano anticipaba, empero, el desenlace de ayer: “Ecuador decidió soberanamente retirar el asilo diplomático a Julian Assange por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolos de convivencia”, argumentó ambiguamente Moreno en su cuenta oficial de Twitter, donde también publicó un video que mostró un desprecio más sincero hacia el especialista informático. “La conducta irrespetuosa y agresiva del señor Assange, las declaraciones descorteses y amenazantes de su organización aliada en contra del Ecuador, han llevado la situación a un punto en el que el asilo (…) es insostenible e inviable”, sostuvo Moreno allí, donde afirmó que “de ahora en adelante tendremos mucho cuidado de dar asilo (…) a gente que realmente valga la pena y no a miserables hackers, cuya única intención es desestabilizar gobiernos”.
La decisión constituye, en realidad, un claro gesto político de Moreno hacia el presidente Donald Trump, cuyo gobierno pidió inmediatamente la extradición de Assange. El creador de WikiLeaks fue de hecho detenido por Scotland Yard en la misma embajada ecuatoriana, por la petición norteamericana y no por el pedido de extradición original de la justicia sueca (que lo acusa de una supuesta violación de dos colaboradoras en una visita a Estocolmo en 2010, causa que fue archivada), que lo había llevado a refugiarse en la embajada ecuatoriana en 2012.
“¡Resistan al gobierno de Trump!”, gritó Assange a sus seguidores mientras era arrastrado por la policía británica, mientras que Wikileaks consideró que “Ecuador ha dado término de forma ilegal al asilo político concedido a Assange en violación del derecho internacional”. Lo cierto es que Assange pasará al menos a un año de prisión en el Reino Unido por violar las condiciones de su libertad provisional en 2012, cuando se refugió en la embajada ecuatoriana, y deberá enfrentar un largo y complejo proceso judicial hasta que se defina su extradición a Estados Unidos.

Repudio generalizado

LONDRES.- La detención de Julian Assange generó una ola de repudio en el mundo entero: desde el ex consultor de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA), Edward Snowden, hasta autoridades rusas, catalanas y el propio ex mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, expresaron su solidaridad con el fundador de WikiLeaks. “Es un día sombrío para la libertad de prensa”, lamentó por ejemplo Snowden, quien repudió “las imágenes del embajador de Ecuador invitando a la policía secreta a ingresar en la embajada para arrastrar afuera a un editor -que guste o no- de material periodístico que terminará en los libros de historia”. Por su parte, Rusia acusó a las autoridades británicas de “estrangular la libertad” al detener a Assange, y Correa consideró que “(el actual presidente de Ecuador, Lenin) Moreno es un corrupto, pero lo que ha hecho es un crimen que la humanidad jamás olvidará”.

La causa norteamericana

WASHINGTON.- El Departamento de Justicia de EE.UU. publicó los cargos que presentó contra el australiano Julian Assange para reclamar su extradición al Reino Unido. El fundador de Wikileaks está acusado de traición y espionaje por encabezar una “conspiración criminal” para infiltrarse en sistemas del Gobierno norteamericano y ayudar a la entonces soldada Chelsea Manning a hackear computadoras con información clasificada de la Administración norteamericana en 2010. Podría ser condenado a hasta cinco años de cárcel, aunque las autoridades judiciales subrayan que “las actuales sentencias por crímenes federales suelen ser inferiores a la pena máxima”. Junto a Manning (quien entonces trabajaba en el Pentágono), publicaron toneladas de material secreto con información sobre las guerras de Irak y Afganistán y cables diplomáticos del Departamento de Estado, que pusieron en apuro las relaciones de Washington con el resto del mundo.

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