Alerta mundial por la multiplicación de incendios en el Amazonas

Alerta mundial por la multiplicación de incendios en el Amazonas

BRASILIA.- Una vez más, el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe) de Brasil confirmó con sus imágenes satelitales lo que organizaciones ambientalistas de todo el mundo vienen denunciando desde la llegada del presidente Jair Bolsonaro al gobierno brasileño: el Amazonas, considerado el “pulmón del mundo”, está en serio peligro, consumiéndose aceleradamente por una creciente deforestación que se multiplica bajo el amparo del mandatario ultraderechista.

Ayer, la preocupación alcanzó escala global cuando se conoció que los incendios forestales en esa región del norte brasileño han llegado este año a un récord histórico de 72.843 focos intermitentes como consecuencia de las políticas de desarrollo que impulsa el mandatario para la agricultura y la minería.

Desde el inicio de su gestión, Bolsonaro cambió radicalmente la política ambiental del Esetado brasileño para el Amazonas, impulsando una explotación sin control de la selva tropical, la legalización de la minería en las reservas indígenas (resguardadas por la Constitución) y la reducción de la fiscalización en las áreas protegidas.

En julio pasado, protagonizó un enfrentamiento público con el Inpe por la difusión de estadísticas alarmantes sobre el crecimiento de la deforestación del Amazonas -que para el organismo estatal había aumentado un 88% respecto a julio de 2018-, episodio que terminó con la expulsión de su director, Ricardo Magnus Osorio. Aun así, el Inpe volvió a objetivar ayer las consecuencias de sus políticas para el Amazonas al informar que, de enero a agosto, los incendios forestales en la región llegaron al récord de 72.843 focos, un aumento del 82% respecto a 2018. El instituto puntualizó además que, desde el jueves pasado hasta ayer, detectó 9.507 nuevos incendios forestales, principalmente en la cuenca del Amazonas, hogar del bosque tropical más grande del mundo, que se considera vital para contrarrestar el calentamiento mundial.

Al menos 68 reservas protegidas fueron afectadas además por las llamas. A su vez, la NASA publicó imágenes satelitales que revelaron la envergadura de los incendios, e indicó que los focos ígneos en la zona crecieron un 38% este año.

“Me solían llamar ‘Capitán Motosierra’ y ahora soy ‘Nerón incendiando el Amazonas’. Pero es (culpa de) la temporada de incendios”, se había defendido el mandatario brasileño la semana pasada ante las críticas de las organizaciones ambientalistas, pero el propio organismo oficial negó que se pueda echar la culpa a la estación seca o a los fenómenos naturales por sí solos porque “no hay nada raro en el clima de este año ni en los niveles de lluvia en la región amazónica”. “Si la sequía no explica los actuales incendios, el nuevo arranque de la deforestación de la selva sí lo hace. El fuego es normalmente usado (por colonos y hacendados) para limpiar el terreno después de la deforestación”, explicó el Ipam en su informe.

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