SANTIAGO DE CHILE.- El Banco Central (BC) chileno informó ayer un dato que todos temían y cuya gravedad resultó mayor a la esperada: la economía del país cayó un 3,4% en octubre en relación a igual mes del año anterior, su peor registro en diez años, como consecuencia de la profunda crisis política que explotó a fines de ese mes con la protestas sociales contra el aumento del transporte, que se tradujeron en una dramática baja en el comercio y los servicios.
La caída del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) superó ampliamente las proyecciones oficiales y del mercado, que habían anticipado un descenso en torno al 1%, muy lejos del 3,4% final. El indicador mensual es también el más bajo desde 2009, cuando la economía local cayó 3,5% a causa de la crisis financiera global. Más importante aún, el dato apenas registra el impacto de la crisis social, que comenzó el 18 de octubre (cuando ya había pasado el 60% del mes), por tanto lo que ahora se calcula que la caída real de la actividad en el país superará el 10%, dato que se corroborará con la medición de noviembre.
“Significa un estancamiento de la economía que tiene un rostro social muy importante (…) porque el ‘porrazo’ (caída) que nos hemos pegado ha sido muy fuerte”, dijo el ministro de Economía, Lucas Palacios al comentar la cifra, adelantando que el Gobierno anunciará una “artillería económica” para hacer frente a la crisis. La drástica paralización del comercio, los servicios y la industria manufacturera tras el estallido social son las principales causas de esta caída, de acuerdo al BC: de hecho, el informe indica que la minería creció un 2% en octubre, pero el resto de los sectores de la economía se contrajeron un 4%, el peor registro desde 1999, cuando el mismo indicador arrojó un -4,1%.
La crisis provocó “una desaceleración muy brusca del crecimiento y el cuarto trimestre tendrá números negativos. La tasa de desempleo mostrará un alza y la banca ya empezó a restringir créditos”, complicando el panorama de cara al próximo año, analizó el economista Francisco Castañeda, de la Universidad de Santiago (USACH).
La información se conoció justo cuando se divulgó una nueva encuesta de la consultora Cadem, que reveló que la aprobación del presidente Sebastián Piñera cayó a un mínimo histórico del 10%, mientras que el 67% de los chilenos se mostró a favor de que continúen las protestas y un 56% rechazó la posibilidad de que se declare un nuevo “estado de emergencia”.