La iglesia católica reacciona contra la manipulación de Trump

La iglesia católica reacciona contra la manipulación de Trump

El oportunismo del presidente estadounidense Donald Trump, de utilizar símbolos religiosos cristianos en el peor momento de enfrentamientos raciales en el país del Norte a raíz del asesinato del ciudadano George Floyd por parte de la policía, ha provocado la reacción del arzobispo católico de la capital, monseñor Wilton D. Gregory, quién condenó la estrategia presidencial: manipular la religión es reprobable”, declaró, según las fuentes oficiales del Vaticano, publicadas ayer en Roma.

Donald Trump ya había provocado la reacción de la iglesia episcopaliana estadounidense, al posar ante los fotógrafos levantando un ejemplar de la Biblia frente a la incendiada iglesia de St. John, ubicada en el parque adyacente a la Casa Blanca, en Washington (y que este diario publicó en su tapa, en la edición de ayer). La foto frente a St. John se produjo a la mañana siguiente de las mayores protestas vividas en la capital del país, cuando cientos de manifestantes se concentraron frente a la casa de gobierno ignorando el toque de queda” impuesto, y provocaron inclusive que el Servicios Secreto, que se ocupa de la seguridad presidencial en la residencia, trasladara de urgencia a Trump y a su esposa Melania al búnker antiterrorista de los sótanos de la Casa Blanca, como informó la cadena televisiva CNN y posteriormente corroboró el diario The New York Times.

Después de la foto en la semi destruida iglesia episcopal, cuya sillería y demás mobiliarios del interior fueron incendiados por los manifestantes, el eco mediático de la visita del presidente Trump al santuario nacional dedicado al papa Juan Pablo II provocó la dura reacción del arzobispo de Washington, que calificó de desconcertante” la instrumentalización política de los lugares y símbolos religiosos.

Las escenas de guerra de guerrillas urbanas se repiten noche a noche desde hace una semana en diferentes ciudades y estados federados norteamericanos, y son muchos los líderes religiosos que piden a la Administración Trump señales de pacificación y de atención a las demandas de los manifestantes, que han vuelto a poner el tema de las diferencias raciales entre blancos y negros en el centro de atención. Por el contrario, el jefe del Ejecutivo ha declarado que el gobierno utilizará la mano dura, la represión para restablecer el orden, ha vuelto a utilizar su cuenta de la red Twitter para reclamar que los alcaldes y los gobernadores de los estados con conflictos den instrucciones de represión a las fuerzas policiales, e inclusive ha amenazado con enviar a la Guardia Nacional si no lo hicieran. Así, el silencioso homenaje frente a la estatua de Juan Pablo II flanqueada por su esposa Melania, en la plaza del Santuario Nacional de Washington dedicada al papa Wojtyla, aparece como una utilización de los símbolos cristianos que no se corresponde con sus decisiones gubernamentales, remarcaron en el entorno del arzobispo de Washington.

Me parece desconcertante y censurable -repitió monseñor Wilton D. Gregory- que cualquier institución católica acepte ser manipulada y que se abuse de ella de tal manera que se violen nuestros principios religiosos, que, en cambio, nos llaman a defender los derechos de todas las personas, incluso de aquellas con las que podemos estar en desacuerdo”. Juan Pablo II, el papa declarado santo, cuenta con una gran veneración en la comunidad católica norteamericana, muy especialmente entre la población latina. Wojtyla fue un ardiente defensor de los derechos y la dignidad de los seres humanos. Su legado es un testimonio vivo de esta verdad. Ciertamente no aprobaría el uso de gases lacrimógenos y otros elementos disuasorios destinados a silenciar, dispersar o amenazar a estas personas solo para tener la oportunidad de una fotografía frente a un lugar de oración y paz”, finaliza la dura nota del Arzobispado de Washington.

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