Último tramo de la campaña en medio de la tensión racial

Último tramo de la campaña en medio de la tensión racial

 

WASHINGTON.- Los estadounidenses llegarán a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre en un contexto de creciente tensión política y social, que por los azares del destino ha visto renacer los grandes conflictos atravesados en este aciago 2020: con el país inmerso en la tercera ola” de la pandemia del coronavirus, la violencia racista se volvió a hacer presente en Filadelfia, que ayer anunció un toque de queda” para intentar detener la ola de manifestaciones que desató el asesinato del afroamericano Walter Wallace a inicios de la semana.

Miles de personas vienen protestando cada noche en las calles de la ciudad desde el lunes, cuando la policía mató a disparos a este hombre de 27 años –que padecía una enfermedad mental-, en manifestaciones donde se repiten los incidentes, enfrentamientos con la policía, cientos de arrestos, represión y saqueos. Ante esta situación, Filadelfia decretó ayer un toque de queda para evitar protestas en la noche, luego de que el presidente republicano Donald Trump culpara al alcalde demócrata Jim Kenney por la violencia. Lo que veo es terrible, y francamente, el alcalde o quienquiera que sea que autoriza a las personas a manifestar y a saquear sin detenerlas es igual de terrible”, aseguró Trump en Las Vegas, en medio de una gira electoral que busca desesperadamente relanzarlo en los distritos clave de cara a las elecciones del martes.

Su rival demócrata Joe Biden y su candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris, habían expresado que tenían el corazón destrozado” por la muerte de Wallace, aunque también llamaron a los manifestantes a protestar pacíficamente en vistas de que Trump alienta el sentimiento de caos en las calles bajo su campaña basada en la idea de reestablecer la ley y el orden” en un país en crisis, que adjudica a los demócratas. Biden emitió ayer su voto anticipado en su ciudad de residencia en el estado de Delaware, sumándose al récord de 74.000.000 de estadounidenses que ya sufragaron antes de la jornada electoral del 3 de noviembre (más del 50% de los votos totales de 2016).

Poco antes, en un acto en esa localidad y en medio del tercer pico de contagios de coronavirus que atraviesa el país, Biden había asegurado que no haría campaña con falsas promesas” sobre su capacidad de terminar con la pandemia apretando un botón”: Aún si gano, tomará mucho trabajo terminar con esta pandemia”, aclaró el candidato opositor, quien prometió volver a escuchar a los científicos” y promocionar el uso de tapabocas y otras medidas preventivas para comenzar a frenar la transmisión del virus. A su vez, en el estado clave de Arizona, Trump llamó directamente a los electores que ya votaron anticipadamente por su rival demócrata, a que anulen su voto y lo respalden a él el 3 de noviembre: ¡Son las elecciones más importantes de tu vida!”, dijo. El estado se ha convertido en un campo de batalla central en la carrera por la Casa Blanca, ya que Trump la ganó por 3,5 puntos a la demócrata Hillary Clinton en 2016 pero ahora Biden lo aventaja por una cifra similar en las encuestas.

Claro que el contexto no deja de complicarse: con más de 8,8 millones de contagios y más de 227.000 decesos, Estados Unidos es el país con más infectados y muertos por Covid-19 en el mundo. Un promedio de sondeos publicado por el portal FiveThirtyEight sostiene que el 57,4% de los estadounidenses rechazan la forma en que Trump hizo frente a la crisis sanitaria.

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