Como pocas veces en la historia, Estados Unidos estaba ayer en vilo a la espera de los resultados finales de las elecciones presidenciales del martes, con el demócrata Joe Biden más cerca de convertirse en presidente electo mientras el republicano Donald Trump veía fracasar su polémica ofensiva legal para detener el recuento de votos.
Si bien Biden seguía anoche, como el miércoles, a solo seis de los 270 electores que se requieren para llegar a la Casa Blanca, sus chances se habían incrementado porque sólo necesitaba ganar en uno de los cuatro estados en disputa: Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte y Nevada. El mandatario republicano intentó frenar el escrutinio en tres de estos territorios, al igual que en Michigan –donde Biden se perfilaba como ganador-, pero la justicia desestimó al menos dos de sus pedidos.
Anoche, Trump había salido a insistir con sus acusaciones de fraude al aseverar que si se cuentan los votos legales, yo gano fácilmente”, al tiempo que denunció que el Partido Demócrata está intentado robar la elección”. Vamos a ganar la elección fácilmente, hay muchos litigios… quizás termine en la mayor Corte de esta tierra”, anticipó en alusión a la Corte Suprema, donde en octubre reforzó la mayoría republicana con la polémica designación de Amy Coney Barrett.
No obstante, hasta el momento su ofensiva judicial había sido un fracaso mientras Biden seguía remontando en estos estados: en Nevada, había estirado su ventaja hasta llegar a los 12.000 votos, aunque a última hora los abogados de Trump habían interpuesto otro recurso para detener el conteo. Mantengan la calma, los votos se están contando”, aseveró Biden, quien se mostró confiado en que el proceso está funcionando”.
La justicia detiene la embestida
Jueces de Georgia y Michigan y la Corte Suprema de Pensilvania rechazaron ayer sendos pedidos de la campaña de Donald Trump para detener el escrutinio en esos estados y poder fiscalizar el conteo, un fuerte revés que, sin embargo, no afectó las denuncias del mandatario (ver principal).
Primero, un juez de Georgia rechazó el recurso presentado por el Partido Republicano para desechar los votos en ausencia recibidos por correo, mientras que la jueza Cynthia Stephens de Michigan rechazó un pedido similar por considerar que la evidencia presentada eran solo rumores”. Si bien Trump pudo festejar en Pensilvania porque un tribunal aceptó su recurso, la alegría le duró unas horas hasta que la Corte Suprema local revirtió la decisión.
Han secuestrado la voluntad de Dios”
La estrategia de Donald Trump para desconocer una derrota tuvo repercusiones extremas en algunas partes del país, como la pastora evangelista Paula White, quien salió a afirmar que confederaciones demoníacas intentan robarle la elección”.
Las palabras de la asesora espiritual del mandatario, que desde hace más de un año integra el equipo de la Casa Blanca, se emitieron por televisión, el miércoles a la noche, cuando ofreció una oración por Trump. Los refuerzos angelicales de África y Sudamérica están llegando ahora; escucho el sonido de la victoria”, indicó White, quien apuntó a conspiraciones demoníacas”, agendas demoníacas” y todo espíritu demoníaco”, que han secuestrado la elección, han secuestrado la voluntad de Dios”, afirmó.
Protestas en las calles del país
La tensión por la indefinición de las elecciones presidenciales no tardó en expresarse en las calles del país, donde ya desde el miércoles a la noche, miles de simpatizantes demócratas salieron a protestar en distintas ciudades para exigir que se cuenten todos los votos, mientras que los seguidores del presidente Donald Trump se manifestaron frente a los centros donde se cuentan los sufragios en reclamo de la interrupción del escrutinio.
Las protestas republicanas se concentraron en Phoenix, donde centenares de seguidores de Trump se reunieron ataviados con su ropa de campaña, algunos fuertemente armados, frente a la autoridad electoral para exigir el fin del conteo, coreando consignas contra los medios de prensa que dan por ganador a Biden.