Crisis institucional inédita en Perú tras la renuncia de Merino

Crisis institucional inédita en Perú tras la renuncia de Merino

LIMA.- La caída del ex presidente Martín Vizcarra por juicio político terminó desatando una crisis política y social sin precedentes en Perú, donde el mandatario que lo reemplazó, Manuel Merino, tuvo que renunciar ayer al cargo a menos de una semana de asumir por las presiones del propio Congreso Unicameral que lo designó, tras las masivas protestas populares que terminaron con dos muertos por la represión policial.

Finalmente, al cierre de esta edición, el pleno del Congreso unicameral no reunió los votos necesarios para consagrar presidenta del cuerpo -y de la república, dada la acefalía generada por la renuncia de Manuel Merino- a Rocío Silva Santisteban (foto), quien encabezaba la única lista, por lo que se aprestaba a efectuar una segunda votación.

La primera compulsa registró 42 votos a favor, 52 en contra y 25 abstenciones, por lo que las autoridades del parlamento declararon un «breve» receso y llamaron a una reunión a los jefes de bancadas.

De esta manera la incertidumbre volvió a reinar en un país envuelto en un caos absoluto tras la renuncia de Merino, que tuvo que declinar el cargo tras la ola de protestas masivas que desató la caída del ex presidente Vizcarra en un juicio político exprés por acusaciones de corrupción que aún no se investigaron. La muerte en la noche del sábado de dos jóvenes en las protestas antigubernamentales por la fuerte represión oficial, que dejó más de un centenar de heridos y 40 desaparecidos” según la Coordinadora Nacional de DD.HH., gatillaron las horas finales de Merino, que había asumido el martes pasado, acusado masivamente de usurpador” del poder.

Sin respaldo parlamentario, Merino renunció en un breve mensaje televisado de poco más de cinco minutos, donde intentó defender su brevísima gestión y justificó la decisión de sus aliados de destituir a Vizcarra por incapacidad moral permanente”, una decisión cuya legalidad es ampliamente cuestionada y desató la ola de indignación ciudadana y las protestas masivas en la capital del país.

Si bien el Congreso Unicameral aceptó rápidamente su renuncia, pues se la había reclamado bajo amenaza de destituirlo, y anoche se aprestaba a designar un reemplazante, nada parecía indicar que fuera a aplacar la furia ciudadana, puesto que es la misma institución que destituyó a Vizcarra y designó a Merino. De hecho, el primero en la línea de sucesión, Luis Valdez, anunció su renuncia a asumir el cargo y propuso en su lugar a Rocío Silva Santisteban, quien, de haber sido aprobada, se hubiera convertido en la primera mujer al frente del Ejecutivo peruano. Se trataría de un giro radical pues Santisteban es una poeta feminista de izquierda.

Otros sectores, como el Partido Morado, planteaban incluso que el Congreso se retracte de haber destituido a Vizcarra para que vuelva a ocupar el cargo de jefe de Estado. Exigir a las bancadas que corrijan el caos que han desatado y voten para retractar la vacancia”, propuso el Morado, que aseguró que la iniciativa no busca favorecer al ex presidente y que las investigaciones en su contra por presuntos sobornos deben continuar”.

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