WASHINGON.- El demócrata Joe Biden se convirtió ayer en el 46° presidente de Estados Unidos en una ceremonia inusual por la ausencia de público ante la amenaza de nuevos incidentes con los seguidores del saliente Donald Trump, que finalmente brillaron por su ausencia en Washington, ciudad que el nuevo Gobierno intentó decorar con una fastuosa instalación de banderas nacionales frente al Capitolio, la presencia de la popular Lady Gaga para cantar el himno y un desfile virtual que reemplazó la tradicional procesión hasta la Casa Blanca.
La voluntad del pueblo fue escuchada, y la voluntad del pueblo fue obedecida. Otra vez aprendimos que la democracia es preciosa y frágil. A esta hora, amigos míos, prevaleció la democracia”, dijo Biden en sus primeras palabras en el discurso de asunción, donde prometió un nuevo día” para un país profundamente dividido y sumido en una confluencia de crisis sin precedentes.
Minutos antes, a las 11:48, Biden había jurado ante John Roberts, presidente de la Corte Suprema, sobre una antigua Biblia que perteneció a su familia de origen irlandés. Por primera vez en más de 150 años, el mandatario saliente no estuvo en la fiesta de asunción: a esa hora, Trump ya había aterrizado en el aeropuerto de West Palm Beach, en Florida, luego de abandonar la Casa Blanca pasadas las 8 de la mañana con un discurso autoelogioso en el que afirmó que volveremos de alguna manera”.
Como la propia ceremonia en sí, vaciada de público en una ciudad copada por los militares, el gesto es un síntoma de los desafíos que enfrentará Biden, que en su discurso intentó apelar a la unidad de los estadounidenses. La historia, la fe y la razón nos muestran el camino, que es el de la unidad. Debemos ver al otro no como adversario, debemos verlo como vecino”, enfatizó el hombre de 78 años (que será el presidente más viejo de la historia), quien aseveró que mi alma está puesta en unir a los estadounidenses, unir a nuestra gente, unir a nuestra nación. Le pido a todos los estadounidenses que se sumen a esta causa (…) Podemos hacer grandes cosas, importantes”.
Antes, aludió a las urgencias que enfrenta el país, entre ellas la pandemia del coronavirus: Pocas personas en la historia de nuestra nación (…) se encontraron con una época más desafiante o difícil que en la que estamos ahora”, afirmó Biden, quien también hizo referencia a la violencia racista que atraviesa el país y afirmó que el clamor por justicia racial conmueve. Lleva 400 años. El sueño de justicia para todos no será postergado nunca más”.
Biden había comenzado el día con un acto de fuerte simbolismo, fiel a su credo católico (se convirtió también en el segundo presidente católico de la historia del país, después de John F. Kennedy), al asistir por la mañana a una misa en la catedral de San Mateo de Washington acompañado por líderes demócratas y republicanos del Congreso. A su vez, en otro hecho sin precedentes, Kamala Harris juró en su cargo antes de Biden y se convirtió en la primera vicepresidenta mujer de Estados Unidos, así como también en la mujer con el puesto de más alto rango en la historia del país (ver…).
Primeras medidas para revertir el legado republicano
WASHINGTON.- En su primer acto de Gobierno, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, desmanteló ayer parte del legado político de su antecesor republicano Donald Trump, al firmar decretos para reincorporar a su país al Acuerdo de París sobre cambio climático y frenar su retirada de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En otro golpe a la herencia de Trump, pero en el plano interno y en materia inmigratoria, el nuevo mandatario demócrata firmó además otro decreto que suspende la construcción del muro en la frontera con México y revocó una veda al arribo de ciudadanos de Irán, Siria y otros cinco países de mayoría musulmana.
Harris se convirtió en la primera vicepresidenta negra
WASHINGTON.- La flamante vicepresidenta Kamala Harris, primera mujer negra de ascendencia asiática en ocupar el cargo, dijo estar lista para servir”, en sus primeras palabras. Lista para servir”, escribió en Twitter, tras una ceremonia de asunción que estuvo llena de simbolismos. El primero fue su vestimenta: no solo decidió vestirse con ropa de los diseñadores negros, sino que además eligió el violeta como guiño a Shirley Chisholm, la primera afroestadounidense en postularse a la Presidencia en 1972. Otro símbolo fue su toma de posesión, ya que fue juramentada por la magistrada Sonia Sotomayor, la primera latina de la Corte Suprema.