Ghana se convirtió ayer en el primer país en recibir vacunas contra el coronavirus financiadas por el dispositivo Covax. Un convoy con 600.000 dosis de AstraZeneca Oxford del fabricante Serum Institute of India, aterrizó en el aeropuerto de Acra procedente de Bombay, en el marco del programa financiado por la Organización Mundial de Comercio (OMC) y Unicef para países de bajos ingresos. El envío arribó en medio de los fuertes reclamos de organizaciones internacionales por el acopio de las vacunas por parte de los países más poderosos y el pedido para la liberación de las patentes por cuestiones humanitarias, algo que enfrenta la oposición de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), sede de las empresas farmacéuticas.
El dispositivo Covax planea entregar casi 2.000 millones de dosis de vacunas este año. Este es un esfuerzo global sin precedentes para garantizar el acceso a las vacunas para todos los ciudadanos”, indicaron desde el programa. Ghana, país anglófono de África occidental, registra 80.759 casos de coronavirus, incluidas 582 muertes. Sin embargo, estas cifras podrían estar subestimadas puesto que el número de pruebas realizadas sigue siendo bajo.
El sistema Covax tiene como objetivo proporcionar este año vacunas al 20% de la población de casi 200 países y territorios participantes, pero lo más importante es que tiene un mecanismo de financiación que permite que 92 economías de ingresos bajos y medios accedan a las preciadas dosis.
El tema de la distribución de vacunas en el mundo recuperó centralidad en la agenda internacional cuando el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador criticó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por no intervenir lo suficiente para que las vacunas lleguen a más países. En la misma línea, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, pidió en un mensaje de cara a la reunión del G-20 que se realizará mañana, incrementar la distribución de vacunas para asegurar que la Covid-19 esté bajo control.
Reclamo de Médicos Sin Fronteras
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) se sumó al reclamo internacional para liberar las patentes y lograr la vacunación masiva contra el coronavirus. La argentina Josefina Martorell, directora general para América del Sur, exhortó a poner la salud pública por encima de los intereses económicos”.
Son muy pocos los laboratorios que las controlan, deciden los precios, las cantidades y los plazos de entrega. No pueden producir lo suficiente para satisfacer la demanda mundial y hay escasez, sobre todo, en países de ingresos medios y bajos”, indicó Martorell al sostener que a nivel utilitarista” lo que conviene es que la pandemia se termine.
Algunas vacunas usan tecnologías más avanzadas, lo que impide a algunos países producirlas. En otras, sólo es necesario conocer la fórmula. Esto no va en contra de las farmacéuticas, que ya tienen una ventaja competitiva. Han ganado y seguirán ganando”, finalizó.