En otro giro histórico, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva recuperó ayer sus derechos políticos plenos luego de que el juez Edson Fachin, del Supremo Tribunal Federal (STF), anulara todas las condenas en su contra por corrupción, justo en el momento más álgido del escándalo de filtraciones que reveló un complot entre el ex juez Sérgio Moro y el grupo de fiscales de la Operación Lava Jato en contra del líder del Partido de los Trabajadores (PT), que quedó habilitado para ser candidato en 2022.
Si bien el fallo del juez Fachin se produce en medio de un resurgimiento del escándalo por la manipulación ilegal del Lava Jato por parte de Moro para perjudicar a Lula, no ahonda en la parcialidad de los entonces fiscales y jueces en las distintas causas. Al contrario, la decisión del juez Fachin –que hasta el momento había sido un aliado de los fallos del Lava Jato-, se basó en cuestiones de jurisdicción al considerar que Moro no tenía competencia para juzgar a Lula. En otras palabras, el magistrado salvó penalmente a Moro y al ex jefe de Lava Jato, el fiscal Deltan Dallagno, su cómplice en la operación destinada a encarcelar a Lula y proscribirlo de las elecciones de 2018.
Sin embargo, la anulación de dos condenas y otra tercera causa en curso contra Lula beneficia evidentemente al ex mandatario, quien el domingo fue confirmado como el favorito para las elecciones presidenciales del año próximo por una encuesta que le otorgó una intención de voto del 50% frente al 38% del presidente Jair Bolsonaro.
Siempre estuvimos del lado correcto, contra el lawfare. La decisión está en sintonía con todo lo que decimos hace cinco años. Pero la decisión no repara los daños irremediables causados por Moro y los fiscales al ex presidente Lula, al sistema de justicia y al país”, consideró el abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins.
En efecto, al considerar que las causas contra el ex presidente no eran competencia del Lava Jato por cuestiones jurisdiccionales, Fachin evitó abordar las irregularidades en los procesos reveladas por numerosos audios de diálogos entre Moro y Dallagno organizando ilegalmente las pesquisas para condenar a Lula, que derivaron en la reciente desarticulación de esa fiscalía. Es más, el juez remitió las causas a Brasilia, donde el tribunal regional de la capital deberá decidir si los procesos comienzan nuevamente de cero.
Sin embargo, el fallo desató un terremoto político en Brasil al habilitar a Lula para candidatearse en 2022. Bolsonaro salió a cuestionar al juez Fachin y consideró, sin pruebas, que tenía un gran vínculo con el PT”. Creo que el pueblo no quiere tener un candidato como este en 2022 o pensar en elegirlo, vean como subió el dólar o la Bolsa”, aseguró.
La culpa del Ministerio Público (fiscalía), Moro y la Policía Federal está más que probada”, había dicho horas antes el propio Lula, en una entrevista donde desafió al actual mandatario: Todavía necesitamos una elección para medir fuerzas con Bolsonaro”, aseguró. En efecto, Lula no descartó una candidatura presidencial en 2022 e incluso aseveró que si llega en el momento y los partidos de izquierda entienden que puedo representarlos, no tengo ningún problema”.
Durísima carta contra el actual mandatario
Personalidades de la ciencia, la religión y la cultura brasileñas denunciaron al presidente Jair Bolsonaro en una carta dirigida a la ONU y al Tribunal Penal Internacional, donde aseguran que Brasil se convirtió en una cámara de gas a cielo abierto” que condena a nuestra población al exterminio”.
Además de comparar al gobierno de Bolsonaro con el régimen de Adolf Hitler, el documento señala que el país avanza hacia una catástrofe casi bíblica de la cual dan cuenta las últimas estadísticas. El presidente es un hombre sin humanidad, niega la ciencia, el odio al otro es la razón de su ejercicio del poder”, afirma el texto firmado por Chico Buarque y el teólogo Leonardo Boff, entre muchos otros, donde afirman que este monstruoso Gobierno genocida dejó de ser una amenaza para Brasil para tornarse una amenaza global (…) a la civilización”.