En un contexto atroz por el avance de la pandemia y el hambre en Brasil, el presidente Jair Bolsonaro firmó ayer un decreto que relanza un programa que permite a las empresas reducir los sueldos y la carga horaria de los empleados de manera drástica, así como también suspender los contratos de trabajo y pagar parte de los salarios con ayuda estatal para evitar despidos en el sector privado.
La medida publicada en el Diario Oficial de la Unión (Boletín oficial) permite reducir hasta el 75% de los salarios producto de acuerdos entre empleados y empleadores durante cuatro meses, mientras que el Gobierno aporta como máximo el equivalente a 250 dólares para completar el sueldo, que de todos modos en ningún caso será del 100%. La baja final del salario deberá estar acompañada por una reducción proporcional de la jornada laboral.
El decreto indica que el Gobierno abrirá un crédito extraordinario cercano a los 10.000 millones de reales (1.830 millones de dólares) para costear el programa, en el cual se espera que se inscriban unos 5.000.000 de empleados formales. Además, la reducción o suspensión de los contratos laborales podrá extenderse hasta 120 días. Formalmente, la negociación dentro de las empresas será libre y el Gobierno solo impondrá multas si el empleador despide a un trabajador durante la aplicación del plan. Los trabajadores que ingresen al plan recibirán una parte de su salario mediante el seguro de desempleo.
El decreto establece que las reducciones de sueldo y horas trabajadas podrán ser del 25%, 50% o 75% y las empresas tendrán el beneficio de dejar de aportar al fondo de garantías, que es el seguro de indemnizaciones. Según el Gobierno, el objetivo es preservar el empleo y la renta, garantizar la continuidad de las actividades empresariales y el mantenimiento de la renta del trabajador y reducir el impacto social ante la paralización de las actividades y restricción de la movilidad en todo el país”.
Si bien en Brasil el desempleo superó en el primer trimestre el 14% de la población activa del país -que tiene a unas 50.000.000 de personas trabajando en la informalidad-, la medida puede significar un duro golpe para una clase trabajadora ya empobrecida por la pandemia del coronavirus, en un contexto cada vez más complicado para Bolsonaro.
El Gobierno pide aplazar los embarazos”
El fuerte aumento de las muertes de mujeres embarazadas por coronavirus puso en alerta a las autoridades sanitarias brasileñas, que salieron a pedir a las mujeres que aplacen sus planes de embarazo”. El número de muertes por coronavirus de gestantes o que dieron a luz recientemente se duplicó en lo que va de este año en relación a la media semanal de 2020. Ante este escenario, el secretario de Atención Primaria a la Salud, Raphael Camara, salió a pedir que si es posible, (recomendamos) postergar un poco la gravidez para un mejor momento, para que puedan tener el embarazo más tranquilas”.
Mientras, la comunidad científica alerta por la fase más oscura de la pandemia” que vive el país, algo que adjudica al gobierno anticientífico” de Bolsonaro. La crisis épica de salud pública” se debe a que el mandatario difundió información errónea” desde el comienzo y fue un gran negador de la letalidad del virus, destacó la prestigiosa revista Nature, que advirtió que Bolsonaro ha contradicho la opinión científica desde el inicio de la pandemia”.