El operativo del jueves se convirtió en el más letal de la historia de la ciudad, que tiene una larga historia en el uso de la fuerza policial desproporcionada e innecesaria”, según afirmó el vocero de la oficina de DDHH de la ONU, Rupert Colville. Entre los muertos hubo un policía y 16 vecinos de Jacarezinho ya identificados por la Orden de Abogados de Brasil (OAB).
Ayer, la propia policía estatal elevó el número de muertos a 29, sin dar detalles sobre la identidad de las víctimas. Recordamos a las autoridades brasileñas que solo se debería recurrir a la fuerza en casos estrictamente necesarios y que deben siempre respetar los principios de legalidad, precaución, necesidad y proporcionalidad de la fuerza letal”, advirtió el portavoz de la ONU, quien pidió una investigación independiente” de la masacre.