A pocas semanas de las elecciones presidenciales, Chile volvió a encenderse en las calles. El segundo aniversario del estallido social de 2019 estuvo marcado por la violencia: dos personas muertas, 56 heridas y 450 detenidos fue el saldo provisional de las manifestaciones y saqueos a locales comerciales de Santiago y otras ciudades del país ocurridas el lunes; mientras el Gobierno de Sebastián Piñera salió a culpar a la oposición por los incidentes.
Los medios chilenos revelaron ayer que un hombre de 29 años murió en la madrugada al ser víctima de una bala perdida cerca de un centro comercial ubicado en la comuna capitalina (barrio) de Peñalolén, que iba a ser saqueado por un grupo de encapuchados. Para defender el local, el dueño realizó disparos al aire y una bala impactó en un vecino, quien fue trasladado a un hospital pero finalmente murió. La otra persona fallecida, una mujer, se reportó en la también comuna capitalina de La Granja, cuando se accidentó en su motocicleta tras enredarse con un cable suelto en la calle que habían dejado los incidentes.
Según reportes de Carabineros, hubo 450 detenidos, la mayoría por saqueos a locales comerciales (244). Se registraron 35 episodios de saqueos a nivel nacional en medio de las multitudinarias manifestaciones en el segundo aniversario de la crisis social: de ellos, 23 ocurrieron en la Región Metropolitana y 12 en las distintas regiones. Carabineros informó que 45 efectivos resultaron heridos.
Lejos de amilanarse por la envergadura de las protestas, desde el Gobierno, Juan Francisco Galli -subsecretario del Interior-, responsabilizó a la oposición de los hechos de violencia y la emplazó a terminar con la impunidad de los manifestantes”. Incluso, llamó a los parlamentarios y candidatos presidenciales Gabriel Boric y Yasna Provoste a retirar el proyecto de ley de indulto general a los presos políticos de la revuelta” de 2019, que se está tramitando en el Congreso. Pongan fin a la violencia o serán responsables de la impunidad”, sentenció.
A pesar de que el 18 de octubre coincidió con el inicio del debate y redacción de los contenidos de la nueva Constitución por parte de la Convención Constituyente, Chile vivió el domingo un nuevo estallido social con marchas multitudinarias a nivel nacional que exigieron cambios políticos, económicos y sociales y que terminaron en violentos enfrentamientos con grupos radicalizados.
A este clima de tensión general se suman los incidentes en el sur del país con los grupos mapuches, que no fueron frenados por militarización de la región. Todo ocurre además en medio del escándalo que involucra al presidente conservador por sus negocios ocultos revelados por los Panampa Papers y de la campaña electoral para los comicios del 21 de noviembre, en los que se elegirá a su sucesor y se renovará el Congreso.
Se intensifica la violencia en el sur del país
El despliegue militar ordenado por el presidente Sebastián Piñera, tras decretar el Estado de Excepción Constitucional en el sur del país el pasado 12 de octubre, no hizo más que intensificar la violencia de los grupos mapuches radicalizados, que aumentaron sus ataques políticos.
En la madrugada de ayer, en Tirúa, dos camioneros fueron obligados a abandonar sus máquinas cargadas con rollizos de madera, que luego fueron quemadas por los encapuchados. La localidad se encuentra en Arauco, una de las cuatro provincias de la Macrozona sur que está bajo el régimen de excepción dictado por Piñera.
También se encuentra en etapa de investigación el incendio que afectó a una vivienda ubicada al costado del santuario de Metrenco, en el kilómetro 685 de la Ruta 5 Sur, hecho que se registró pasadas las 6:30 horas de ayer mismo, pues los bomberos analizan la participación de terceros en el hecho.