La seguridad nacional en manos de Ted Cruz

Por Carlota García Encina

La seguridad nacional en manos de Ted Cruz

El senador Ted Cruz viene frenando las confirmaciones de miembros de la Administración Biden con una serie de acciones sin precedentes que está dejando muchos puestos sin cubrir. En Europa, diplomáticos y funcionarios afirman que esta situación está teniendo un claro impacto negativo en sus esfuerzos por trabajar con Washington, contribuyendo a la ruptura de la comunicación. Ponen como ejemplo el reciente acuerdo AUKUS. No dudan de que, de haber tenido representantes estadounidenses en París y Bruselas, habría ayudado a prevenir, o al menos mitigar, los daños del anuncio de Biden sobre el Indo-Pacífico.

 El mundo pasa por momentos complicados. La pandemia ha puesto en aprietos a los gobiernos, ha cerrado fronteras y ha diezmando las economías; el autoritarismo está en auge; conflictos como el de Yemen y Etiopía siguen en marcha; la lucha geopolítica con China se intensifica; la relación transatlántica trata de reinventarse; y es un año crítico para el cambio climático. No es un buen momento para que EEUU ande falto de personal en el servicio exterior, o que en muchos lugares del mundo no tengan el máximo representante del presidente de EEUU sobre el terreno. Y, sin embargo, es así.

Aún no hay embajador responsable estadounidense confirmado al frente de las embajadas de la OTAN, la OEA, o la OSCE; tampoco en la subsecretarías de Población, Refugiados y Migración; de Asuntos de Asia Meridional y Central; de Estado de Asuntos de Oriente Medio; Asuntos de Seguridad Internacional y No Proliferación; de Control de Armamentos. Tampoco nadie en la dirección general del Servicio Exterior confirmado.

La lista es interminable. Tampoco hay jefaturas de misión en China, India, Canadá, la UE, Francia, Alemania, Israel, Japón y Turquía. ¡No hay embajador en Afganistán! Nueve meses ya Biden, y el Senado ha confirmado a un solo embajador: Ken Salazar, en México. 

Gran parte de responsabilidad la tiene el senador republicano de Texas, Ted Cruz, miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, que está frenando los nombramientos. El motivo es la renuncia del gobierno de Biden a las sanciones a la empresa que está detrás del oleoducto Nord Stream 2, argumentando que el proyecto estaba casi terminado y era prácticamente imposible detenerlo. Pero en la decisión qué duda cabe de que también se dio prioridad a las relaciones con Alemania, un aliado europeo clave, en lugar de arriesgarse a una batalla con la canciller Angela Merkel y su próximo sucesor. Para Ted Cruz, el oleoducto es un regalo estratégico y económico para Rusia, y no es el único que lo piensa en el Senado de EEUU, y por eso ha decidido dar la batalla hasta que se reestablezcan las sanciones. Aunque muchos otros aseguran que lo que Cruz está haciendo es más bien exponer descaradamente sus ambiciones presidenciales de 2024.

Cruz no puede bloquear del todo los nombramientos, pero sí ralentizar el proceso al oponerse a la práctica tradicional del Senado de confirmar a las candidaturas no controvertidas y los puestos rutinarios por consentimiento unánime” de los 100 senadores. Esto hace que los nombramientos queden relegados a un segundo plano, ya que el Senado utiliza los días legislativos para otros asuntos urgentes, como la aprobación de los grandes paquetes de ayuda y de los planes de infraestructuras.

Para los demócratas, lo que Cruz está haciendo es un abuso del proceso de nominación y es el último ejemplo de la erosión de las normas políticas en Washington. Pero también está poniendo en peligro la seguridad. Los embajadores estadounidenses, tanto los políticos como los de carrera, sirven de ojos y oídos. Además, afecta a la forma en la que los aliados ven a EEUU. El informe de la Comisión del 11 de septiembre concluyó que la falta de nombramientos confirmados para la seguridad nacional al 11-S perjudicó la capacidad para responder a los ataques terroristas.

Con el objetivo de superar el bloqueo, el líder de la mayoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer decidió alargar las sesiones en el Senado para terminar de aprobar algunos de los nombramientos que Cruz había detenido, llegando a confirmarse hasta seis nuevos puestos. Pero muchas docenas siguen esperando. Además, a Cruz se le ha unido recientemente el senador republicano Josh Hawley, que amenaza con paralizar todos los nombramientos de Biden para el departamento de Defensa y de Estado, a menos que renuncien el secretario de Estado, Antony Blinken, el secretario de Defensa Lloyd J. Austin, y Jake Sullivan, el asesor de Seguridad Nacional, por la desordenada retirada de Afganistán.

Todo esto no exime de culpa a Biden, que ha sido lento a la hora de dar a conocer sus nominaciones, exasperando a los propios demócratas. Muchas voces piden agilizar el proceso para que un mayor número de nombramientos pueda tomar posesión del cargo antes, o incluso, reducir el número de puestos confirmados por el Senado, que actualmente es de unos 1.200.

Según el Washington Post, entre unos 1.200 que requieren la confirmación del Senado, Biden ha elegido a 395 candidatos, y aun no ha seleccionado a ningún candidato para 197 puestos.

Históricamente, los presidentes de EEUU han alcanzado la mayoría de las confirmaciones entre los días 200 y 300 tras su toma de posesión. Y también hay una razón legal para ello: según la Vacancies Act”, una persona solo puede servir en calidad de interino durante 300 días después de una transición presidencial. La fecha se alcanzará el 16 de noviembre. Y todos miran con preocupación, dentro y fuera de EEUU. Su liderazgo está otra vez en juego.

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